Recargar energía antes de iniciar cualquier actividad física es fundamental. Hidratarse y comer algo antes de realizar ejercicio tiene múltiples funciones y beneficios:
- Facilita la sesión de entrenamiento, al proporcionar energía a tu organismo.
- Evita la hipoglucemia, es decir, el bajo nivel de azúcar en sangre, que puede provocarte mareos, fatiga e incluso desmayos.
- Ayuda a absorber los jugos gástricos y reducir la sensación de hambre.
Se suele pensar que realizar ejercicio con el estómago vacío ayuda a quemar grasas, lo que es cierto, pero lo que no implica que se pierda grasa corporal.
Hay que tener cuidado, sin embargo, con las cantidades y el tipo de alimentos que se ingieren justo antes de practicar ejercicio, ya que podrían provocar molestias intestinales. Un tentempié aconsejable podría ser alguna galleta salada o una tostada de pan con bebida deportiva. Por el contrario, se desaconsejan alimentos muy ricos en fibra o bebidas con cafeína. Existen diferentes factores que predisponen a los problemas gastrointestinales: tipo de deporte, edad, nivel de entrenamiento, sexo, estrés…
El truco para conseguir energía para el ejercicio sin que ello ocasiones molestias estomacales es comer el alimento adecuado y en el momento adecuado. El tentempié anterior a la actividad física debería ser rico en hidratos de carbono, que se digieren rápidamente. En cambio, deberían limitarse los alimentos ricos en proteínas y grasa.