El porrismo es una actividad deportiva que se basa en la animación, donde se hacen rutinas que mezclan el baile con la música, haciendo gran énfasis en la sincronización de movimientos, efectos visuales, movimientos de fuerza y precisión; todo esto para transmitir alegría al público que los observa. Es una actividad deportiva muy positiva pues promueve en nuestros jóvenes a tener actitudes y valores formativos tales como: liderazgo, disciplina, trabajo en equipo, lealtad, pero sobre todo amor hacia el deporte. Porristas es el nombre con el que se conoce, en algunos países, a las animadoras que realizan bailes y que muestran sus destrezas físicas en el marco de un evento deportivo.