¿Hombres porristas? Una tendencia controversial

La animación o porrismo (cheerleading en inglés) tuvo su origen en Estados Unidos, en la Universidad de Princeton en el año 1877, con el objetivo de motivar al equipo de futbol americano de ese centro docente. Con el paso de los años se fue popularizando como un deporte.

Sus rutinas de presentación duran entre uno y tres minutos, mostrando saltos mortales, caídas de los flyers (voladores), bailes, animación, coordinación y destreza por parte de los porristas.José Emmanuel Vanegas Villareal, integrante del equipo de porrismo Cali Sport (la gran familia azul), explica que antes de una competencia de alto rendimiento, los entrenamientos deben ser pensados en la resistencia, la fuerza, flexibilidad y balance. La resistencia cardiovascular es prioridad en cada uno de las rutinas de entrenamiento.

De la buena alimentación depende que el cuerpo esté dispuesto en cada ensayo, es por eso que Vanegas se somete a un estricto régimen alimenticio antes y después de cada certamen de importancia; “montar bicicleta en la ciclovía los fines de semana con mis amigos, o trotar en las mañanas para mantener mi metabolismo rápido ayudan al el buen desempeño”, agrega Emmanuel.Felipe Espinoza, también del Cali Sport, dice que ser porrista tiene muchas ventajas, pues el buen cuerpo no lo es todo; del porrismo me gusta mucho viajar y conocer personas, ver que hay mucha gente en el mundo que comparte esta misma pasión”.


Quienes lo practican en Colombia están muy contentos, pues este año se reconoció como deporte: “El porrismo no tenía el reconocimiento que se merece en Colombia, es un deporte que lleva más de veinte años y apenas ahora empezamos a ver apoyo por parte del gobierno, pero igual es un trabajo arduo por el que pasan todos los deportes. Por lo tanto, es un buen paso que ya seamos un deporte federado”, asegura Daniel Ortiz, entrenador de Cali Sport.

Ser un hombre cheer exige esfuerzo y resistencia.