Instrucciones
1
Primero ten en cuenta la seguridad. Si te lesionas un músculo o un ligamento tu progreso se retrasará y tu capacidad para abrirte de piernas se dificultará en el futuro. Toma conciencia de cuál es la capacidad de tu cuerpo y no te excedas de lo que creas que es seguro.
2
Haz un calentamiento antes de estirarte. Salta la soga por unos minutos o haz otro tipo de saltos. Un ejercicio que utiliza los músculos de tus piernas con repeticiones rápidas aumenta la irrigación sanguínea, lo cual calienta los músculos y aumenta el nivel de movimiento. Evita calentar tus piernas por más de 5 minutos.
3
Empieza por sentarte en el piso en posición de V y jala tus piernas tan distantes entre sí como puedas sin forzar un solo músculo. Tus primeras extensiones deben ser graduales y fáciles. Cundo tus músculos empiecen a adaptarse, se extenderán más. Baja tu torso hacia cada pierna y hacia el medio, sosteniendo para extensión por uno o dos minutos. Evita rebotar.
4
Muéve tus caderas hacia adelante para que pasen de estar en posición de V a quedar alineadas con tus pies. En este punto, estás en la mitad de la posición de piernas abiertas, aunque tus caderas pueden estar despegadas del piso. Sostén esta posición sin forzar tus caderas para que bajen. El peso natural de tu cuerpo ejerce suficiente presión. Rota tus caderas, una vez hacia cada pie, para aumentar la extensión de tu apertura de piernas en forma frontal.
5
Refuerza tu apertura de piernas en todas las direcciones, incluso si necesitas abrirlas sólo hacia un lado. Si bien la mayoría de los atletas se concentran en abrirse de piernas siempre con la misma pierna hacia adelante, podrían aumentar su flexibilidad más rápidamente si se estiraran en las tres direcciones. De esta manera, los músculos de las piernas y las articulaciones de la cadera se adaptarán más rápido a hacer aperturas de piernas.
6
Relájate durante la apertura. Esta es una técnica que usan los bailarines profesionales y que funciona bien si logras calmar tu cuerpo y tu mente. Usa la posición de V para aprender esta técnica, luego úsala con tus extensiones. Abre tus piernas al máximo mientras estés sentado. Cierra tus ojos y relájate. Concéntrate en sobre cómo los músculos de tus piernas se relajan y se prolongan.
7
Combate al enemigo de las aperturas de piernas: el ácido láctico. La lactasa, un subproducto producido como respuesta al entrenamiento físico, se concentra en ciertos músculos y da como resultado el dolor que sientes después de estirar en forma agresiva.
8
Toma una bebida rica en creatina después de cada sesión de estiramiento para inhibir la acumulación de ácido láctico en tus músculos. La creatina trabaja amortiguando la lactasa y reduciendo o previniendo el dolor. Antes de agregar queratina a tu dieta consulta al médico de tu familia y obtén el permiso de tus padres.
9
Toma unos limones y haz limonada. El jugo de limón trabaja de la misma manera que la creatina, pero de manera más suave. Toma una limonada fuerte varias veces al día.