El cheerleading no es solo agitar pompones y corear letras como se cree erróneamente. Su modalidad competitiva está considerada como uno de los deportes más peligrosos del mundo, especialmente para las chicas, debido a su enorme dificultad y al alto riesgo de las rutinas. Son muchas las animadoras, especialmente en Estados Unidos, las que se han quedado parapléjicas, tetrapléjicas o incluso les ha costado la vida este deporte. A pesar de su peligrosidad, desde su invención, se ha extendido rápidamente por todo el mundo. En España ya existen ocho clubs actualmente.
Su fundador fue Johnny Campbell, un estudiante de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, que el dos de noviembre de 1898 decidió saltar al campo con un megáfono para animar al equipo de fútbol americano de su universidad. Con sus gritos de ánimo consiguió que su equipo ganara y además, el nacimiento del cheerleading.