Los únicos accesos de entrada al virus de la influenza H1N1 son las fosas nasales, la boca y la garganta. Es casi imposible no contagiarse con H1N1, a pesar de todas las precauciones. El contacto con el virus no es tanto el problema, como su proliferación.
Mientras usted aún esté sano y no muestre ningún síntoma de H1N1,
a fin de prevenir la proliferación, agravamiento de los síntomas y desarrollo de infecciones secundarias, siga estos simples pasos:
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Resista la tentación de tocarse la cara, cualquier parte de la cara, a menos que vaya a comer o bañarse.
- Haga gárgaras dos veces al día con agua de sal tibia (o use agua oxigenada diluida). H1N1 permanece en la garganta y en la cavidad nasal dos o tres días después del contagio, y luego muestra sus síntomas característicos. Simples gargarismos previenen su proliferación. Las gárgaras con agua de sal, o agua oxigenada diluida, tienen el mismo efecto en un individuo sano que el Tamiflú en una persona infectada. No subestime este simple, baratísimo y poderoso método preventivo.
- Limpie sus fosas nasales al menos una vez al día con agua de sal tibia- Sonarse fuerte cuando menos una vez al día y limpiar la nariz con cotonetes humedecidos en el agua de sal tibia. Es muy efectivo y disminuye la población viral.
- Refuerce su sistema inmunológico con alimentos ricos en vitamina C. Si toma un suplemento de vitamina C, cerciórese de que también contiene Zinc, que estimula su absorción.
- Beba muchos líquidos tibios, te, café, etc, tanto como pueda. Beber líquidos tibios tiene el mismo efecto de las gárgaras, pero en sentido inverso. Llevan los virus al estómago, en donde no pueden sobrevivir, proliferar o causar algún daño.