Tocar batería: una terapia para el estrés

En este articulo escrito por Josefa Cajas para biut.cl nos menciona como tocar batería nos puede ayudar a liberar el estrés y ademas ser una opción de ejercicio

Un estudio de la Universidad de Chichester en Iglaterra comprobó que tocar  batería quema las mismas calorías que jugar un partido de fútbol.  Tocar este instrumento facilita el flujo sanguíneo, aumenta el ritmo cardiaco y desarrolla músculos en los brazos y hombros. Sin embargo, no sólo ayuda a mantenerte saludable y en buen estado físico, sino que también sirve como una terapia para aliviar el estrés.


Diego Fuchslocher
, aconseja tocar este instrumento como un método de desahogo y descarga emocional. Según el baterista es una fuente importante para reducir el estrés y canalizar el odio.

Para lograr la relajación absoluta, botar las energías y disminuir el estrés sólo se debe tener la voluntad y la motivación.

Esta terapia te mantiene con la mente fresca enfocada en lo que estás tocando para botar todas las energías que te tienen con la mente nublada y llena de pensamientos negativos. También, mejora la postura, la coordinación y la flexibilidad.

Beneficios de tocar la bateria

1.Sensación de libertad: Descárgate con los palillos y obtendrás una sensación de libertad total.

2.Liberas endorfinas: El baterista afirma que “tocar una hora de batería, en términos físicos, equivale aproximadamente a un partido de fútbol profesional”. Por lo tanto, es similar al estado que uno genera cuando hace algún tipo de actividad física.

3.Aporta el desarrollo de habilidades cognitivas: Tocar batería ayuda a ejercitar la memoria y la concentración.

Este método funciona trabajando el conocimiento de la lectura de la batería en el pentagrama. El baterista comenta que “la gracia esta que desde el comienzo uno puede  trabajar los aspectos creativos, lo que  permite desconectarse del día a día creando y aprendiendo un nuevo instrumento”.

Además, asegura que es una buena terapia para ejecutivos con el fin de “desenchufarse de la rutina y lograr conectarse con el instrumento que siempre había querido aprender. También, te relajas, aprendes y desarrollas habilidades sin necesidad de querer convertirse en un profesional”.