Todos hemos tenido esa experiencia donde escuchar una canción que creíamos olvidada en las bocinas de algún restaurante nos hacen recordar con detalle sucesos de otras épocas de nuestra vida.
Estudios recientes han encontrado que escuchar música enganchar redes neuronales más amplias en el cerebro. Estas redes de nuestro cerebro son responsables de acciones motoras, emociones y creatividad.
De acuerdo a Frances Rauscher of the University of Wisconsin Oshkosh, escuchar música o tocar un instrumento musical causan cambios fundamentales en el cerebro de los jóvenes.
En 2006 Rauscher publico un articulo en “Educational Psychologist” donde escribe:” Niños a los que se les enseña un instrumento musical tienen un mejor rendimiento en tareas donde de mide la conciencia espacial-tempora, Coordinacion mano.ojo y aritmética”
Esto se debe en parte a que los conocimientos matemáticos y músicales tienen mucho en común. Por ejemplo: los conceptos necesarios para entender fracciones y decimales son muy relevantes al momento de entender el Ritmo.
Los niños que tocan un instrumento musical o que crecen en un ambiente musical pueden realizar operaciones matemáticas más complejas que aquellos que no.
Esta desarrollo del cerebro de los músicos jóvenes es debido al trabajo lento que implica practicar un instrumento, la atención necesaria al detalles y la disciplina que se necesita para aprender a tocar un instrumento;la misma preparación necesaria para la práctica y aprendizaje que se necesitan para crear habilidades matemáticas.