Las investigaciones sobre los efectos de la música durante el ejercicio se han realizado durante muchos años. En 1911, Leonard Ayres, investigador norteamericano, encontró que los ciclistas pedalearon con mayor velocidad cuando escuchaban música que en silencio
Esto sucede por escuchar música opaca los pensamientos de fatiga de nuestro cerebro. Cuando nuestro cuerpo se da cuenta que estamos cansados y quiere detenerse envía una señal al cerebro para que tomemos un descanso. Escuchar música compite por la atención de nuestro cerebro y nos ayuda a evitar las señales de fatiga. Esto solo es efectivo en ejercicio suave a moderado.
Pero no solo la música nos ayuda a que sigamos ejercitandonos durante más tiempo y con más intensidad, también nos ayuda a usar nuestra energía más eficientemente. Un estudio realizado en 2012 muestra que los ciclistas que escuchaban música requerían 7% menos oxígeno que aquellos que lo hacían en silencio.
¿Tu escuchas música cuando realizas ejercicio? Ahora sabes que trae beneficios a tu rutina.
¿Qué otros beneficios de la música has sentido?