Últimamente se han desarrollado estudios científicos en los que se ha comprobado algo que los músicos sospechábamos hace tiempo: la cantidad de beneficios que tiene para el cerebro y el desarrollo cognitivo el estudio de la música. Algunos ejemplos:
-El desarrollo del oído asociado al estudio musical favorece el aprendizaje de un segundo idioma.
-El estudio de una partitura hace que se desarrollen nuestras capacidades de análisis, síntesis, comprensión y expresión.
-Las habilidades que adquirimos al aprender a tocar un instrumento favorecen el desarrollo de nuestra psicomotricidad.
-Aprender música hace que se desarrollen las áreas del cerebro relacionadas con las matemáticas, la lengua y la lectura.
-El aprendizaje instrumental está directamente relacionado con el desarrollo de la inteligencia espacial.
-El aprendizaje e interiorización del ritmo se relacionan con el desarrollo del sentido de la medida.
-El hecho de tocar en público es una experiencia global que fortalece la autoestima.
-El resultado obtenido tras varias sesiones de estudio nos hacen apreciar el valor del esfuerzo a largo plazo, reforzando nuestra voluntad.
-La interpretación musical y su relación directa con los sentimientos hace que nos desarrollemos emocionalmente.