UNINTERLINGUA 2015

U N I N T E R L I N G U A 12 piense que hoy no existe, en el sexenio pa- sado y el antepasado pues sería ingenuo, existe un dinero que se guarda en sobres y se reparte a la prensa, “depende del sapo la pedrada”, por supuesto depende el medio, es decir, todo es comprable, no quiero decir con esto que todos los medios de comuni- cación aceptaron “el chayo”, hubo periodis- tas que en su momento dijeron no al chayo, gracias a ellos hoy existe este país y tiene más libertades, pero fueron los menos los más señalados. Los más perseguidos y al- gunos seguramente no viven, su recuerdo está en placas o su recuerdo esta en el nombre de alguna sala de prensa para con- memorar la ética de alguien que pudiendo recibir el dinero del gobierno dijo “no”. Como quien dice hoy no a las drogas, yo no tomo el dinero, a mí no me interesa. “El chayo” tiene la palabra “chayo”, por el chayote, es una verdura verde con espinas que nace en unos arbustos grandes. En una gira del pre- sidente Gustavo Díaz Ordaz, la historia es verídica, el presidente dio un mitin, la pren- sa lo acompañó, terminó el mitin y el presi- dente se fue en un helicóptero y la prensa se fue caminando hacia el poblado más cer- cano que estaba a diez km. En el tiempo de hubo una reforma en los medios de comuni- cación, por primera vez se pudo decir lo que no se decía antes, por primera vez se cari- caturizó a la esposa del presidente, hubo una serie que se llamaba “El Privilegio de Mandar” en Televisa, que caricaturizaba y se burlaba de los que iban a gobernar este país, eso lo logró, hubo un gran cambio en los medios de comunicación, la prensa po- día decir lo que pasaba en Los Pinos y an- tes era impensable, por ejemplo, cuando llegó el presidente Fox a Los Pinos descu- brió que aparte de las canchas de tenis, cine, teatro y la sala de boliche, antes había un control de autoridad, pues estas cosas no se dicen, cuando llegó el presidente Fox, él abre la casa de Los Pinos como lo prome- tió en su campaña y entonces descubrimos que había infinidad de cosas, esto me lleva al segundo punto, “el chayo”, no es Rosario, es el soborno, el “cochopo”, “la transa”, “el entre”, “la mordida”, “la payola”. “El chayo” es una partida secreta que pues de secreta no tiene nada, que está destinada a los me- dios de comunicación, es decir, en el presu- puesto del gobierno hay una parte que está destinada para la prensa. Este “chayo” que tiene una palabra simpática, existe, quien Jorge Zarza

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