UNINTERLINGUA 2015

U N I N T E R L I N G U A 22 Siguió así el nombramiento, en em- bajadas y consulados, de una cifra de agre- gados culturales de distintos perfiles: nove- listas, dramaturgos, ensayistas, editores, periodistas, cineastas, pintores, bailarinas, gestores. ¿Una nueva diplomacia cultural? La diplomacia de México se había distingui- do por invitar intelectuales para apoyar la faena en el exterior. Nueva, sí: de un jalón y con una meta clara, se hacía de la diploma- cia cultural el ariete del “nuevo México”. II. Los medios: el desdén La prensa cultural buscó inconsisten- cias que sustentasen un discurso mediático contra la decisión. El nombramiento en CO- NACULTA era polémico, lo constaté durante los breves meses que fui colaborador del equipo de transición cultural, pero era difí- cil oponerse a lo que ocurría en la SRE. La ridícula hipótesis de la “cooptación” no fruc- tificó. La diversidad profesional y generacio- nal anulaba la acusación de “favoritismo” en las designaciones. Sin demérito de las de- Y aunque Fox no tenía el apoyo de las comunidades científica, cultural e inte- lectual y el nombramiento de Sari Bermúdez como Presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) confir- mó el recelo, dos intelectuales destacaban en el gabinete, ejemplificaban “el cambio” en México: Adolfo Aguilar Zínser a la Orga- nización de las Naciones Unidas (ONU) y Jorge Castañeda Gutman a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). El “nuevo México”, asentó Castañe- da, es el mensaje que la diplomacia envia- ría al exterior. Dado que por tradición, las culturas y artes han construido la imagen de México, la promoción cultural enfatizaría ahora el periodo contemporáneo. El canci- ller designó a Gerardo Estrada, sociólogo y catedrático de la UNAM, funcionario cultural de trayectoria vasta y el más reciente direc- tor general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), director general de Coopera- ción Educativa y Cultural. Gerardo Ochoa

RkJQdWJsaXNoZXIy ODkzNjU=