UNINTERLINGUA 2015

U N I N T E R L I N G U A 40 Winnicott dice “…la madre coloca el pe- cho real justo allí donde el pequeño se halla dispuesto a crear y lo hace en el momento apropiado”. Esta actitud de la maternidad permite ilusionar al niño de que es él quien crea al objeto. Progresivamente la madre debe ir desilusionando al niño poco a poco con el fin de lograr que asuma al pecho como una posesión, es decir “me pertenece pero no soy yo”. En este tránsito entre la de- pendencia y la independencia, entre “yo” y “no-yo” se ubica el “objeto transicional”. Ob- jeto al que el niño se aficiona y que puede adquirir la forma de osito de peluche, man- tita, sonido o canción, que tiene como ca- racterística ser un puente entre lo interno y lo externo. Enlace que representa al mundo interno para el exterior y al mismo tiempo la realidad para sí mismo; dejando una huella, un espacio potencial, un área de ilusión en la que se desarrollarán el juego, la creatividad, la actividad onírica y posteriormente “las in- tensas experiencias propias del arte, el sen- timiento religioso y la creación científica”. El juego es una forma de dramatizar, representar y poner en escena la fantasía; en la medida que utiliza elementos en una nueva y original configuración, podemos decir que es creativo. Es también el medio por el que el niño intenta elaborar situacio- nes traumáticas, por el que puede simboli- zar una pérdida y dar representación a la ausencia; por el que además puede des- cargar activamente sobre los juguetes el dolor sufrido pasivamente. Este espacio de la representación implícito en el juego y en el dibujo empieza a existir por medio de las dimensiones del cuerpo propio. El dibujo en el niño es un juego gráfico. También las fantasías son objetivadas en Dra. Raquel Chagas

RkJQdWJsaXNoZXIy ODkzNjU=