UNINTERLINGUA 2016

c 14 poztlán aquí, en un pueblito de matones y brujos. Y el brujo del pueblo era mi tío abuelo, y mi padre decía: “No digas que naciste en ese pueblo rabón”, pero papá por qué no decir si el único que compite conmigo es Jesús el famoso, nada más que él tenía bueyes y yo no. Bueno y en- tonces se me ocurre que mi Quetzalcóatl, yo que lo estudié mucho en la cultura pre- hispánica, su mitología mexicana que es una maravilla que en muchos puntos se relaciona con el cristianismo porque a él también lo seguían dos. Entonces Quet- zalcóatl que es el eje de todas las civili- zaciones mesoamericanas. Quetzal, es un ave bellísima que se da en el sur de México y sobre todo en Guatemala, de un plumaje bellísimo azul turquesa, con un verde esmeralda y las plumas llegan a medir hasta un metro cincuenta, es una bonita ave. Entonces me pongo a pensar que Quetzalcóatl es la serpiente, entonces “Quetzal” arriba, “cóatl” abajo pero en me- dio es el hombre que se convierte en Dios. Esa obra cuando fue expuesta en París di- jeron que era la transformación del hombre en dios, la serpiente lo físico, el hombre lo elemental y el ave lo espiritual. Y así está esta obra compuesta por cuatro alegorías prehispánicas, alrededor de la flama ser- pentina mide 35 metros de altura y pesa cincuenta toneladas, toda hecha a mano. Cinco años de mi vida dejados con todo mi amor para dejarlo allí en Guadalajara, donde lo indígena es todo para mí, porque todos tienen escudo de armas de los Gu- tiérrez, de los Hernández, de los Fregón. Me parece que todos tenemos una opor- tunidad en la vida, no una, varias en cada instante y hay que tomarla a tiempo. Y yo tenía la oportunidad de que el presidente de México amaba lo prehispánico y sobre todo a Quetzalcóatl, porque sus aviones fueron Quetzalcóatl uno y Quetzalcóatl dos. Entonces, dije: este es mi momento, yo ya tenía mi proyecto; lo presentamos, y el mío ganó. El gobernador, cuando vio en los libros lo que le regalaron los guerreros Tamara de Lempicka, una...