UNINTERLINGUA 2016
c 20 había pagado el helicóptero, los servicios funerarios, las propinas, los centavos que le daba a cada uno de sus sirvientes, y entonces no había más que hacer. Kizette vamos ya está el helicóptero, ¡vamos!, “no, no, no”, quiero que des fe de mi acto de pa- labra, ¡súbete! Vamos en el helicóptero, y le digo ¡aquí ya!, abro la caja; la urna la lle- vaba en un saco, en una bolsita de satín del color que era de Tamara, un color lila medio azul, era su color preferido. Eché un puño y se va con el aire, cuando ya hice todo lo que me pidió que hiciera, me despedí. Yo iba pálido de Cuernavaca ya en el Popo y del susto que esa araña voladora se caye- ra, entonces me dice el piloto: “Maestro ya tiene que hacerlo porque si nos tardamos nos puede quemar”. Poco tiempo des- pués el volcán hizo erupción; lo que quiere decir, que Tamara ni allá estuvo en paz. Se ha ido del mundo como obra y grande coleccionista, y sin duda, yo creo, que en lugar de “La sufrida Kahlo”, es la Tamara de Lempicka, y que gustome da haber hablado de mi amiga con la que viví diez años y se vino a vivir a México por mí, así como ven. Aquí que estamos cerca de nuestro volcán; un día estaba en la azotea de mi taller y veo aquella fosa del mismo, la erupción y digo yo…Ahora descubro la diferencia entre lo maravilloso y lo bello, bello es lo que el hom- bre logra hacer, lo maravilloso es lo demás. ¡Muchas gracias! Tamara de Lempicka, una... U
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