UNINTERLINGUA 2016

c 40 HONZIGERA: Mira, en la tierra de Jauja hay muchas cajas de confitura, mucho ca- labazate, mucho diacitrón, muchos maza- panes, muchos confites. MENDRUGO: Dígalo más pausado, señor, eso. HONZIGERA: Hay ragea y unas limetas de vino que él mismo está diciendo: “bé- beme, cómeme, bébeme, cómeme” (Sou- to 176-177). Al escuchar la descripción que Hon- zigera y Panarizo hacen de Jauja, el pobre Mendrugo, realmente embobado, disfruta de la exagerada imagen que le presentan y no puede sino bendecir tales árboles, soñarse en ese lugar y pedir que conti- núen su descripción de una manera más lenta para poder disfrutar aún mejor de lo que le cuentan. Pero, en un momento de descuido, los ladrones se van lleván- dose la cazuela de comida que Mendrugo llevaba para su mujer. Este pobre simple termina preguntándose a sí mismo por qué le quitaron la comida personas que te- nían conocimiento de una tierra tan abun- dante. La situación aquí presentada por el dramaturgo es cómica pero detrás de ese velo de comicidad se encuentra una dura realidad: el pueblo está hambriento. Otro de los elementos del que Lope echa mano para crear la comicidad dentro de sus pasos es la riña. Nuestro drama- turgo no fue el primero en hacer uso de ella ni el último, pero este autor sabe pre- sentarla con naturalidad. La superioridad del estilo y del lenguaje con que lo hace merece que se haga hincapié en ella. En sus riñas nada suena forzado ni artificial. Bajo su pluma cobran vida y dan la im- presión de que realmente pudieran haber ocurrido. La riña se encuentra presen- te en casi toda la obra de Lope y, dado Desarrollo del teatro español desde sus inicios ...

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