UNINTERLINGUA 2016

c 88 que recurre al uso de expresiones popula- res para decir grandes verdades de forma simpática: “¡Y ni ansina, porque pos no es lo mismo que lo mesmo!” (p. 20) – And the worst thing is, they’re completely different! (p. 16-17). En ejemplos como este notamos que, al usar un inglés “estándar”, los traduc- tores destruyen las diferencias dialectales y homogeneizan los diferentes registros del habla de los personajes, creando así un texto plano, sin variaciones lingüísticas. La homogeneización de los regis- tros implica, además del empobrecimiento en la caracterización de los personajes, una transformación del estilo de la auto- ra. Peor aún es que los traductores mo- difican la intención. Esto sucede cuando los Christensen eligen palabras que no solo cambian el matiz del texto fuente, La Traducción De La Mexicanidad En... sino que le confieren el sentido contrario. Así lo vemos cuando en lugar de descri- bir que, tras la pasión colectiva contagia- da por los sentimientos de Pedro y Tita, “Gertrudis era la afortunada en quien se sintetizaba esta singular relación sexual, a través de la comida” (p. 57), los Christen- sen compadecen a este personaje y tradu- cen: “poor Gertrudis was the medium, the conducting body through which the singu- lar sexual message was passed” (p. 49). El análisis de las estrategias utilizadas por los Christensen nos permite deducir que el propósito de la traducción fue publicar un texto que resultara ameno para el público anglosajón promedio y que, así como el original, la versión en inglés resultara un éxito comercial. Esta intención, salvo los casos en que notamos que hubo una com-

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