UNINTERLINGUA 2017
“pensaba “, es la palabra con que se expresa la intuición de Monterde, y es a partir de ella, que quiero partir para confirmar o desconfirmar si efectivamente Calderón pensaba en Santa Anna, al hablar de Enrique XVIII en Ana Bolena . Si es así, puede deducirse fácilmente que un auditorio tendrá un marco de referencia absolutamente dia- crónico, ya que la invocación del nombre Enrique VIII lo referirá a la Inglaterra de principios del siglo XVI, y la revelación de los términos ocultos con la sustitución Santa Anna , por Enrique VIII, harían pendular el referente hacia los tiempos de la dictadura en México, del “tirano” oculto en el texto. Más adelante, al hablar sobre la anécdota se verá cómo el texto sugiere la posibilidad de esta- blecer dicha sustitución de los términos históricos por los alegóricos. En este punto, se tocan las propuestas teóricas de Searle, Frye, Martin, Scholes, Kellog y Riffate- rre, al establecerse una confluencia entre lo que se promete (historia real de Enrique XVIII) y la realidad de la promesa, (la alegoría oculta en la historia), es decir, la historia a la que he llamado ficcional de Santa Anna, juntamente con la con- vencionalidad del concepto preconcebido que el lector público tiene tanto del tiempo real de la his- toria (el de Enrique VIII) y el tiempo real de la ale- goría (el de Santa Anna). Porque si bien Calderón está haciendo hablar a Enrique VIII, a Ana Bolena y a Percy, entre otros, los nombres que subyacen debajo de ellos, son los de Santa-Anna, la Patria Libre y el del propio Fernando Calderón. Y si el autor está ocultando sus nombres reales, sustitu- yéndolos por los alegóricos es para hacer posible que la censura de la dictadura permita la repre- sentación y de esa manera lograr que su mensaje llegue al lector-público. Lo que significa que si de algo se está escapando el autor, es de la censura dictatorial, pero no como han dicho los críticos, para evadirse de la realidad mexicana , sino por el contrario, para hacer posible su crítica desde el escenario (y hasta puede suponerse que pensaba en que sus obras fueran representadas en el propio Teatro Santa-Anna de la ciudad de México, como rebautizaba el dictador al Gran Teatro Nacional, cada vez que subía al poder ). Por ello, para des- codificar el texto, debemos revertir la sustitución. MODELOS DE ORGANON Para clarificar es conveniente revisar los modelos del Organon de Platón y Bülher, los cuales suma- dos entre sí, con el cuadro de funciones propuesto por Jakobson, quedarían de la siguiente manera: Los modelos de Organum de Platón-Bülher y Jakobson , de acuerdo con la propuesta de Riffa- terre, son útiles para comprender mejor cómo pueden trastocarse los marcos referenciales de los distintos lectores-público que se enfrenten al tex- to, ya que la alegoría Santannista no podría ser se- mánticamente idéntica para un lector-público de mediados del siglo XIX en Inglaterra que en Mé- xico, ni para cada uno de ellos, en nuestro tiempo, por no enumerar espacios y tiempos intermedios. DENUNCIA OCULTA Y NO ESCAPISMO EN ANA BOLENA DE FERNANDO CALDERÓN
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