UNINTERLINGUA 2017
Desarrollando la Creatividad que estaban hablando que va fumando y tira su cigarro, eso era tirar el “fumito”. En otra ocasión, llevé a mis hijos a ver esta pelí- cula en la pantalla gigante en el Papalote, era sobre las ruinas mayas. Saliendo le dije a mi hijo, en ese entonces Santiago también tenía 3 años, ¿qué es lo que más te gustó? Y me contesta: “el guajolote”. ¿Cuál guajolote? “Es que el guajolote estaba pre- cioso”. Pues me volvía a meter con él a la sala y no vi ni un guajolote y me dije: “está metiéndose en cosas muy serias mi hijo de 3 años”. Me vuelvo a meter y estoy viendo las pirámides y de repente dice: “¡Guajolote, guajolote!” ¿Dónde? Abajo en la pantalla estaba un guajolote. ¿A qué voy con esto? A que a nosotros ya nos educaron visual- mente a concentrar la mirada en el primer plano pero nuestro inconsciente está viendo el segundo plano. Si ustedes se van a dedicar a la fotografía, se van a dedicar al cine o a la televisión deben de saber que la imagen está compuesta de muchos niveles de lectura, muchos de los que no somos conscientes, por eso cuando ustedes estén traba- jando deben de pensar: ¿qué estoy diciendo con este cuadro? ¿Cuál es la función del arte? Un gran libro, una gran película, una gran pintura, lo que hace es, si yo estoy viendo hacia allá, el libro me toma la cabeza y me voltea, ya con eso basta para leer un libro. Si es un gran libro, si es una obra maestra, la vas a ver de allá a acá o te ve a hacer ver qué hay debajo de esto, ¿qué hay aquí adentro? Eso es lo que hace el arte, ayudarnos a poner el ojo en don- de nunca nadie lo había puesto. Ayer le decía a este muchacho de Uber: si te tuvieras que casar con la hija del gobernador de España, quien es un tipo muy propio y soberbio, y te tienes que vender ¿Qué le vas a decir? Empezó a decir las frases comunes, que eran: “señor, voy a trabajar duro para hacer permanentemente feliz a su hija”. Le dije no, qué fresa eres, di algo que te venda más. “Voy a tratar a su hija como una prin- cesa”. No, di algo más, y por qué no le dices: “señor embajador, soy capaz de matar por su hija, inclui- do usted si no me la da en matrimonio”. El tipo se vendió, entonces nuestro trabajo para comunicar es tener la palabra precisa, el silencio preciso. Casi todos los que escriben cine se la pasan explicando; no expliquen, dejen que el espectador vaya crean- do su propia historia. Otra cosa muy importante, nosotros usamos narraciones muy sofisticadas en la vida diaria, profundamente sofisticadas, nun- ca hablamos de manera lineal, ¿o sí? Si me dicen cómo empezaron con su novio no van a empezar con: “ay, lo conocí en una paletería, yo me senté…” No van a ir así, me van a decir: “ay, mi novio”, el de ustedes, no el mío; yo acepto que tengo un alma femenina pero es absolutamente lesbiana. Van a empezar con que su abuelita conoció a su abue- lito en la misma paletería y que entonces su papá cuando iba con su mamá a un autocinema, y así van, de un lado para otro. No sé si hayan visto mis películas, las que he escrito, pues es lo que he tra- tado de hacer, ir de un lugar a otro y no tratar de ser lineal, sino tratar de expresar cómo nosotros nos comunicamos en la vida diaria.
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