UNINTERLINGUA 2017

esa fuerte perturbación del estado mental de todo organismo, se presenta acompañada de modifi- caciones somáticas más o menos severas como el ascenso de la presión arterial, desgaste energético significativo, aumento de glucosa en sangre, incre- mento del ritmo cardia- co, de la respiración y la sudoración, elevación de adrenalina, intensifica- ción de la tensión mus- cular, dolor focalizado o generalizado, dilatación de pupilas... respuestas instintivas sobre pen- samiento lógico, ma- nifestaciones que bien pudieran ser de carácter transitorio, pero siempre tienen la finalidad de po- nernos a salvo mediante respuestas condiciona- das del peligro que sa- bemos de cierto que nos acecha o de aquel que solo imaginamos.  Así ha sido cómo el miedo, residuo de re- acciones de épocas re- motas, ha cumplido la función de aumentar las posibilidades de supervivencia en esta lucha feroz por no perder la vida. Ya lo dijo Friederich Höl- derlin: “Allí donde crece el riesgo, también crece lo que salva” o Kant quien aseveró que el miedo es el aguijón de la actividad. Pues solo enfrentando al miedo, nos lo sacudimos y le quitamos poder. Por eso hemos llegado hasta aquí. La vida es un arco iris que incluye el negro, dijo el poeta ruso Yevtus- henko. Y de esta emoción que todos, en mayor o menor medida sentimos: los escritores y poetas de todo el orbe y en todo tiempo, hemos escrito. La edad del miedo, once narraciones basadas en las vivencias de perso- najes niños, adolescentes, maduros y mayores, es una propuesta literaria que nos lleva a descubrir el miedo a la mentira, a la soledad, a la vejez, a la de- crepitud, a la distancia, a la orfandad, a la violencia extrema, a la falta de cari- cias y ternura, a la muer- te. Efraím Blanco, escri- tor y premio nacional de cuento Juan José Arreola, prologa este libro y apun- ta: “ La edad del miedo te llevará a desconfiar de los límites de la cordura. A darte cuenta de que las letras a veces son la cár- cel de tus peores temores, de recuerdos torcidos, de pecados y oscuras confe- siones. La edad del miedo te recordará que lo peor de lo que son capaces las personas, ocurre a menu- do porque el mal es parte de nuestras vidas, pues dentro de nosotros hay un corazón que tiembla de miedo, siempre”. La edad del miedo

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