UNINTERLINGUA 2017
Pierina Beckman Salió Lázaro airoso del debate con el rector y dice: “nunca me vi entre los hombres tan honrado, ni tan señor acá y señor acullá; la honra de Lázaro de día en día iba acrecentando; en parte la agra- dezco á las ropas que me dio el buen duque, que si no fuera por ellas, no hicieran mas caso de mí aquellos diablos de haldilargos, que hacia yo de los atunes, aunque disimulaba” (109). Después de unos días, el pícaro juega naipes con ellos, termina ganando 50 reales y decide regresar a su casa don- de Lázaro dice que todo estaba bien aunque hacía falta el dinero. Aquí termina esta continuación anónima de 1555 con las siguientes palabras: “Esto es lo sucedido después de la ida de Arjel; lo demás con el tiempo lo sabrá vuestra merced, quedando muy a su servicio – Lázaro de Tormes” (109). Ahora bien, además de Lázaro, hay en esta con- tinuación de 1555 dos personajes que son toma- dos del “Lazarillo” original: la esposa de Lázaro, Elvira, y su amo el arcipreste. Pero las conexiones con la obra original no terminan aquí sino que a través de su relato Lázaro también hace mención de otros dos antiguos amos: el ciego y el escudero. Es obvio que el autor quiso crear estas conexiones entre su continuación y la obra original porque los lectores ya estaban familiarizados con los perso- najes de 1554. En la continuación, a Lázaro sigue gustándole el vino y tanto su forma de expresarse como sus comentarios suenan legítimos, es decir, el personaje que habla parece ser el mismo de la obra original. También la astucia de la cual Lá- zaro echa mano en varias ocasiones tanto en el mar como fuera de éste es un hecho importante de mencionar ya que varios críticos, entre ellos Joseph Laurenti, han opinado que éste Lázaro no tiene nada en común con el original y que no es un pícaro verdadero. Sin embargo, ya en otra oca- sión tuve oportunidad de llevar a cabo un estudio detallado sobre esta continuación de 1555 y creo haber logrado establecer que este Lá- zaro sí es un verdadero pícaro y que la obra definitivamente contiene valor literario. Lo mismo ha logrado establecer Richard E. Zwez en su libro “Hacia la revalorización de la segunda parte del Lazarillo” (1555). El personaje de Lázaro en la continuación, a diferen- cia del original, no sufre hambre y no tiene muchos amos, aunque sí sirve al rey atún y habla como un hombre cul- to. Sin embargo, se asemeja al origi- nal en que en sus momentos difíciles Lázaro recurre a Dios para que le ayu- de y es astuto. Este segundo Lázaro, al igual que el original, sabe ayudarse a sí mismo cuando la oportunidad se le presenta. De la continuación en su totalidad podemos decir que tiene un final más o menos alegre, puede
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy ODkzNjU=