UNINTERLINGUA 2017

considerarse un documento de la época y/o como una alegoría ya que algunos defectos del rey atún, como dice Richard Zwez, nos recuerdan a Carlos V y nos sugieren la posibilidad de que el rey de los atunes sea una alegoría del Emperador (48). Tam- bién existe en ella el anticlericalismo, pero aún más velado que en el “Lazarillo” original, hay crí- tica a la sociedad, pero sobretodo al militarismo y a la corrupción de la corte, finalmente, es un libro que entretiene.  De esta forma vemos que este autor tomó pres- tados algunos de los personajes del Lazarillo ori- ginal, pero escribió una novela picaresca propia- mente suya. La trama es totalmente diferente a la de 1554. Las metamorfosis de Lázaro, el elemento fantástico, es lo que parece molestar a algunos crí- ticos, pero en mi opinión este elemento fantástico es precisamente una de las cosas que hace que esta continuación sea amena e interesante. También indica Richard Zwez que la obra de 1555 es infe- rior en algunos aspectos a la de 1554, por ejemplo, hay menos uso del diálogo, pero al mismo tiem- po posee algunos elementos superiores como lo son su mayor cohesión y el ser menos fragmen- taria (15). Además, no todos los críticos ignoran la continuación de 1555, o piensan que no vale la pena tomarse el tiempo para su estudio o dicen cosas totalmente negativas sobre la novela. Zwez concluye en su libro que la lectura de la continua- ción deleita, contiene interés para el lector, resalta el aspecto político de la época de Carlos V para de- mostrar la corrupción de ese período, posee valor tanto ameno como didáctico y que su comicidad es más sana y amena que en algunas novelas pica- rescas posteriores (56-57). Ya conociendo a gran- des rasgos la trama de la continuación de 1555, y sabiendo que hay críticos que en efecto la aceptan como novela picaresca que posee valor literario, pasemos a enfocarnos en la vida de Juan de Luna y su continuación del “Lazarillo de Tormes”. En realidad pocos son los datos que existen so- bre la vida de este autor, pero en su estudio sobre los orígenes de Juan de Luna, María del Carmen Vaquero anota que probablemente nació en 1575, y que pertenecía a dos distinguidas familias judeo- conversas toledanas. También indica que Luna in- gresó en la orden religiosa de los agustinos, que abandonó España en 1612 y que para 1615 ya vi- vía en París donde enseñaba español. Se casó con Marguerite Rouchou en 1617 y en 1618 nació la primera de sus seis hijos. Dos años más tarde pu- blicó su continuación al “Lazarillo” original con el La misoginia de Juan de Luna en su Lázaro de 1620

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