UNINTERLINGUA 2017

criado.  Más adelante, Lázaro, al igual que en la conti- nuación de 1555, se embarca en Cartagena donde el mar también se embravece y el pícaro narra que sólo la gente importante se salvó porque les fue permitido subirse a un esquife. También dice que comió y bebió tanto que cuando su barco finalmente se hundió, el agua del mar no podía entrarle al cuerpo: La nave era grande y bien basteci- da… el mar se embraveció…Lo ge- midos y llantos eran tan grandes, que me pareció estar en sermón de pasión;…unos corrían a una parte, otros a otra… Como vi que todos es- taban ocupados, dije… ‘Muera Marta y muera harta.’ Bajé a lo hondo de la nave, donde hallé abundancia de pan, vino, empanadas, conservas,… Co- mencé a comer de todo y a hinchar mi estómago… Los capitanes y gente de consideración, con dos clé- rigos que había, se salvaron en el es- quife; yo estaba mal vestido, y así no cupe dentro. Cuando estuve harto de comer fumé una pipa de buen vino y trasmudé en mi estomágo todo lo que cupo;… La nave dio al través, y el agua entrava por ella…Llegando a mi boca (el agua), le dije ‘A otra puerta, que ésta no se abre’, y aunque la abriera no pudiera entrar porque mi cuerpo estaba tan lleno de vino, que parecía cuero atisbado. (19-21). En este pasaje recordamos el presagio del primer tratado en la obra original cuando su amo el cie- go le había dicho que el vino, muchas veces había de darle la vida, y que por lo tanto, debía estar- le más agradecido al vino que a su propio padre quien solamente una vez se la había dado. Con el embarque a Cartagena y el hundimiento del bar- co, vemos que a pesar de que Juan de Luna decía que la continuación de 1555 era una necedad llena de disparates, es obvio que Luna toma toda esta La misoginia de Juan de Luna en su Lázaro de 1620

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