UNINTERLINGUA 2017
las generaciones futuras este preciado tesoro, sino para la humanidad toda, que se enriquece con la diversidad lingüística y cultural que nos distingue y caracteriza como nación, hablantes e investiga- dores luchamos desesperadamente por su man- te-nimiento y revitalización. El náhuatl se hablaba ya en el altiplano central mucho antes del imperio azteca, y los mexica am- pliaron su uso a todo el territorio bajo su dominio; cien años después, los conquistadores españoles lo retomaron con carácter administrativo, conser- vándolo por mucho tiempo como lengua franca. La lengua náhuatl era hablada por comunidades diseminadas desde Durango y Jalisco, en el norte quista. Nosotros preferimos conservar para esta lengua la antigua denominación, que pone de ma- nifiesto el orgullo de sus hablantes. Ciertamente se trata de una lengua melodiosa, pero elaborada y compleja; una lengua metafórica, rica de imágenes y de matices, cuyo estudio representa un magnífi- co ejercicio lingüístico y mental. Actualmente, la lengua náhuatl se está extin- guiendo como muchas otras; quizás se le conside- ro poco útil, quizá se le encuentre muy difícil, pero quizá también ello entrañe un prejuicio atávico en nuestro país, respecto a las culturas y a las lenguas de los pueblos primeros que habitaron las tierras que ahora compartimos. Esperamos que nuestra experiencia pueda ser de utilidad para hablantes y no hablantes; con ello, deseamos colaborar para revertir la añeja discri- minación que obliga al “indio” a dejar de ser sí mismo para tener acceso a un bienestar igualmen- te inalcanzable; esperemos también de sentar las bases para la autogestión educativa: la única que puede garantizar un proyecto intercultural, con- forma a los postulados teóricos actualmente en boga y a los acuerdos internacionales suscritos por nuestros gobernantes. Laura Bensasson Cuernavaca, Morelos, 2 de mayo 2016 Laura Bensasson U n México “ E existen aún más de lenguas 60 “ de México, hasta la actual Nicaragua, e incluía una rama central, a la que pertenecía el náhuatl clásico hablado en Tenochtitlan. Poseemos muchos textos escritos en náhuatl clásico, recopilados gracias a los misioneros del Siglo XVI y XVII, a ellos de- bemos las primeras gramáticas y diccionarios de esta lengua, en un época que conoce también los intentos iniciales para establecer las normas del castellano. El diccionario del fraile franciscano Alonso de Molina, publicado por primera vez a mediados del Siglo XVI (1555-1571), refiere que náhuatl signi- fica “cosa que suena bien, así como campana”. La lengua náhuatl o mexicana es llamada también por algunos “macegual”, por ser el idioma hablado por los macehualtin, es decir la clase trabajadora, des-cendiente de los pueblos anteriores a la con-
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