UNINTERLINGUA 2018

33 Gracias a todos, y sobre todo a José Javier por la invitación a la Universidad Internacio- nal. Tenía varios años que no regresaba a la escuela porque me fui a vivir a la Ciudad de México, estoy en el cliché del comunicólogo que quiso trabajar en una agencia de publici- dad, y ahorita que caminaba por los pasillos de la escuela me di cuenta que cuando era estu- diante yo también estuve sentado donde están ustedes, había dos constantes en mi vida; en la primera no tenía idea qué quería hacer con mi vida, sobre todo cuando estaba estu- diando, tenía muchos sueños y me gustaba lo de comunicación, sobre todo porque es una carrera que tiene muchas variantes, puedes ser fotógrafo, productor o locutor, hay muchas cosas que puedes ser y en este espectro de posibilidades en realidad yo no sabía qué que- ría ser, no tenía ni idea. La segunda constante que tuve por muchos años fue que quería encontrar algo que fuera mi pasión, algo que me quitara el sueño por las noches, que se me olvidara comer por querer hacer eso, y en los años que estuve aquí como estudiante no lo encontraba, intente muchas cosas, una de las primeras fue mi familia, siempre se han dedicado a la gastro- nomía, entonces, de las primeras cosas que recuerdo que intenté fue ser mesero en “Car- los’n Charlie’s”, pero no encontré mi pasión ahí. Otra cosa que intenté fue la música, con mis amigos de la universidad hicimos una banda, hacíamos covers de “Soda Estéreo”, éramos bastante malos, tampoco encontré en ello mi pasión. La seguí buscando, ya se acer- caba el tiempo de graduarme y la frustración por no encontrarla crecía más. Entonces, me invitaron a trabajar en el periódico “La Unión de Morelos”, me gustó mucho pero no fue mi pasión; de ahí me invitaron a trabajar a “Radio- lógico”, fue una etapa que disfruté mucho, pero tampoco fue mi pasión. Hasta que un día llegó la fotografía a mi vida, definitivamente ha sido una de las cosas más fascinantes que me ha pasado, la fotografía llegó a mí a través de una exnovia, ella era fotógrafa, tenía muchos