UNINTERLINGUA 2020

Vicente Leñero indica que al igual que Al- fonso Reyes, Octavio Paz y muchos otros autores de renombre, Nervo también perte- neció a la estirpe de poetas que ocuparon cargos diplomáticos en el extranjero, y que fuera del país escribieron buena parte de su obra (p. 8). En 1905 el escritor ingresó en el servicio diplomático con la categoría de segundo secretario adscrito a la Le- gación de México en Madrid. En España escribió muchos de sus mejores libros, entre ellos Juana de Asbaje, un estudio sobre Sor Juana Inés de la Cruz publicado en 1910. Desafortunadamente, su amada Ana Cecilia murió de tifoidea dos años más tarde en enero de 1912. Su muerte fue un gran golpe para el autor. Este gran pe- sar le serviría de inspiración para escribir su obra maestra: La Amada Inmóvil. Sin embargo, este libro sólo se publicaría tres años después de la muerte de Nervo pues era muy personal, muy íntimo, y no quiso publicarlo en vida. Opina el crítico Luis Leal en su artículo “Situación de Amado Nervo” que, a partir de la muerte de su amada Ana Cecilia, en la poesía de Nervo se reflejará el interés en el más allá. Al es- tar viviendo su angustia en carne propia, el poeta simpatiza con los que sufren y para ellos escribe lo que Leal llama “…poesía de resignación y renunciamiento con el propósito de consolarlos. Para consolarse a sí mismo escribe La amada inmóvil (pu- blicada en 1920), el libro más íntimo con que cuenta la poesía Mexicana.” En 1914, dados los sucesos políticos en México por estas fechas, el poeta cesó su cargo, pero fue restituido en su puesto por el Gobierno de México en 1918 con un nuevo cargo: Ministro Plenipotenciario en Argentina y Uruguay razón por la cual salió de México a principios de 1919. Este sería el último cargo que el escritor desempeñaría pues murió en Montevideo el 24 de mayo del mismo año. El presidente uruguayo Balta- sar Brum ordenó que el cuerpo del poeta fuese regresado a México. Su funeral se celebró el 14 de noviembre de 1919 y a éste asistieron alrededor de 300,000 personas. También se celebró su funeral en países como España, Brasil, Venezuela y Uruguay. En la actualidad, los restos del famoso escritor yacen en la Rotonda de los Hombres Ilustres en la Ciudad de Méxi- co. Amado Nervo murió a los 48 años de edad. Lamentablemente, la muerte le llegó al poeta cuando éste se encontraba en su momento de más fama. El crítico Luis Leal nos informa que en esos momentos Nervo era el ídolo tanto del gran público lector como de las minorías selectas. En Buenos Aires se le había reconocido como el poeta máximo de América. Amado Nervo escribió muchos libros, fue combatido, pero también amado, fue una gran figura dentro del movimiento literario más importante que ha tenido América: el Modernismo. Leñero nos recuerda que en su célebre elegía titulada “En paz”, el autor hablaba de “Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida…” y rendía cuentas a Dios de su satisfactoria existencia: Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz! Pasando ahora a la vida profesional del autor, la mayoría de los críticos literarios que han estudiado su obra están de acuer- do en que Nervo tuvo influencia del escri- tor estadounidense Edgar Allan Poe. El crítico John Eugene Englekirk ha notado su mutua preocupación, entre otras cosas, con las explicaciones científicas y superna- turales de la vida. Nervo buscó expander su entendimiento de la existencia natural y 11

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