UNINTERLINGUA 2020

padres que piensan que sus hijos son extremadamente especiales y maravillosos en todo lo que hacen, tan solo se pensaba que era un ángel, pero en realidad no lo era. Por otra parte, también pudiese ser que los convencionalismos y tradiciones sobre lo que pensamos que debe ser un ángel, o la forma como debe actuar un ser celestial, a veces no nos permiten aceptar a este ángel como tal. Lo mejor, en dado caso, es recordar que el narrador de este cuento es omnisciente y que por lo tanto debemos aceptar todo lo que nos dice in- condicionalmente y admitir que realmente se trata de un ángel. Rodero considera el cuento de Amado Nervo un cuento totalmente modernista de tono maravilloso mientras que al cuento de González Valdenegro lo cataloga como un cuento posmodernista y feminista. (p. 85). El ángel de Amado Nervo corresponde casi literalmente a las características dadas por J. Hampton Keathley mientras que el de la chilena es una versión humanizada de estos seres celestes. En el cuento “Moraleja para ángeles”, todo lo que este ángel hace es lo que para los humanos es normal. Ninguna de sus acciones es extraordinaria o sobrenatural. Al principio de la narración pensamos que se está hablando de un ángel como a los que estamos acostumbrados: rubio, noble, frágil, “de piel tan fina como la seda”, pero esta opinión inicial cambia rápidamente. Desde el primer párrafo se nos informa que este ángel no vino del cielo, no. Este ángel es la hija de una pareja, y digo hija porque este ser celestial también tiene sexo: es un ángel femenino a quien sus padres llamaron Celeste. 19

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