UNINTERLINGUA 2020

Este es terrible, ¿no? Es terrible, pero son los que más venden, son las joyas que más se venden y es curioso, ¿no? Como, pues la persona está cruzada de piernas, le llevan la joya y las abre, ¿no? Y eso lo vemos todo el tiempo, en periódicos, en revistas, en la televisión, en las series y pues, no hacemos nada. Y ahí se está cosificando a unas personas y se está utilizando a unas personas. Y así podemos ver como la publicidad se- xista está en todas partes de nuestra vida cotidiana. Seguiremos. En mi núcleo familiar, el tema de la sexua- lidad, el tema de los derechos sexuales, no era un tema de discusión. Era un tema innombrable y por lo tanto, negado, oculta- do, distorsionado, evadido y solo para los mayores. Los cuales solo lo ejercían en la cama, de noche, entre mujer y hombre, y en la posición de hombre arriba y la mujer abajo. Por cierto, en muy pocas ocasio- nes, vi a mis padres besarse, acariciarse o decirse palabras amorosas. Porque la se- xualidad se cree que es el coito, lo que es la genitalidad y no, la sexualidad es mu- cho más allá que el coito. La sexualidad tiene que ver con el erotismo y el erotismo es eso, ¿no? Besarse, acariciarse, decirse palabras amorosas. Y siempre tenemos una apología de la ge- nitalidad en nuestro país. En nuestro país, la genitalidad es lo que más se vende y el beso se ve como cursi, la caricia se ve como cursi, cuando realmente eso es lo que hace un ser humano. Al ser humano lo hace un beso, no el coito y, sin embar- go, siempre los hombres buscamos más el coito que el bes o, es raro. Así somos los hombres, ¿no? De ahí, que nuestra 50

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