UNINTERLINGUA 2020

autora Díaz, señale: “El fundamento de la moral sexual, sea el llamado Manda- miento de la moral sexual de Occidente, es el punto de partida del deber ser en las sociedades cristianas, apocristianas. Este mandato se expresa afirmando, que las relaciones sexuales deben de ser exclusivamente heterosexuales y no debe realizarse ninguna actividad sexual, fuera de las uniones monogámicas, que por lo menos en intención, son para toda la vida y buscan la finalidad de procrear”. Pregunto, ¿y el erotismo? Esta vivencia sexual familiar, me obligaba a que mi vivencia sexual fuera en lugares aislados, en lugares oscuros, en lugares donde se borrara rápidamente la evidencia externa, obviamente, cuando me bañaba. Hierro me hubiera confrontado “Debes identificar el hedonismo con la ética como su lugar, discurso y propósito”. La sexualidad debe de tener ética y la ética es vivenciar la sexualidad. Bajo esta perspectiva, el placer se considera el bien y el mal el displacer, que debe ser distin- guido del sufrimiento, el placer es sobrevi- vencia, vitalidad, autenticidad, risa, ale- gría, sensibilidad, sociabilidad, erotismo y amor. En suma, todo lo que constituye el bien vivir. Todo lo contrario, es violencia, ¿qué es violencia? Violencia dicen los que saben de esto, es el ejercicio del poder. Donde uno física o simbólicamente, está arriba sobre otro. A veces es física, los cuerpos altos y los cuerpos chicos. Y a veces es simbólica, aquella persona que tiene más poder, que tiene la capacidad de poner en falta al otro, esto es violen- cia. Violencia a someter, cosificar, utilizar, dominar, controlar, manipular.

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