UNINTERlingua 2023
12 Quijote, es que el lector empieza a verse a sí mismo como un personaje de la literatura. Es un hecho que la literatura tiene el po- der de transformarlo y crear un nuevo “él”, puede crear otra identidad diferente de la suya, es ahí que reside el truco de Miguel Cervantes. Don Quijote es Alonso Quijano y se trans- forma. Pues Alonso Quijano es un cristiano español que vive en un lugar de La Man- cha del cual el narrador no quiso acordar- se. Pero ese mismo se convierte a través de la literatura creando otra identidad a la que llama Don Quijote de La Mancha. Lo interesante es que, al terminar Quijote en aquella jaula, lo regresan a su pueblo al final de la primera parte. Lo impresionante recae en que es, una vez más influenciado por la Iglesia, pues logran convencerlo de que no existe el mundo del que él tanto habla. Acusando al mundo de la literatura como profano. Y que, por ende, termina en la conversión del personaje nuevamente en cristiano. Lo intrigante de aquella jaula en la que permaneció Quijote, es que aparenta ser una “jaula de identidad”, en la cual sumer- ge al lector. Sumergiéndolo así, en que esa identidad cristiana es una jaula donde nos mete la iglesia, resultando nuestra identidad una prisión. Lo que pretende dar a conocer Cervantes es que cualquier persona que escoge una identidad, de cierta manera, se está encarcelando en una jaula. Así que todas las identidades inclusive hoy serían
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