Dave Canales, auxiliar de mariscales de campo de los Seattle Seahawks, habló de la humildad y trabajo que tiene Russell Wilson.
PHOENIX — Dave Canales vive su ‘Dream Job” en la NFL con los Seattle Seahawks.
El méxico-americano es parte del cuerpo de entrenadores de Pete Carroll desde los tiempos en que dominaban el futbol americano colegial con la Universidad del Sur de California.
Canales reconoce que jamás hubiera imaginado que estaría por disputar este domingo su segundo Super Bowl y menos que sería uno de los principales responsables del desempeño del quarterback Russell Wilson.
Menos, dice cuando apenas hace seis años era maestro de biología en una preparatoria y nunca antes había recibido pago alguno como entrenador. Sólo lo hacía de manera voluntaria.
“Estaba en una clase como maestro cuando sonó mi teléfono celular y era el entrenador Carroll para preguntarme si estaba listo para unirme a su equipo de trabajo”, dijo en español este jueves. “Ni siquiera podía creerlo. Ni yo, ni mi esposa nos la creemos aún”.
Canales, de 33 años, dista de hablar un español perfecto, pero intenta como el mejor.
Está orgulloso de sus raíces de México, el país de sus abuelos paternos. Su padre es nacido en Los Ángeles y su mamá en Ohio.

“Aprendí a hablar español en la iglesia con mi maestra de los domingos”, afirmó con una sonrisa. “La maestra me enseñó español… y también mis abuelos que son de Durango”.
Hoy en día el entrenador de control de calidad de quarterbacks de los campeones reinantes de la NFL.
Sin embargo, su historia en el futbol americano comenzó desde pequeño en las ligas de su natal Carson, California, un suburbio de Los Ángeles, conocido mejor por ser la sede del equipo Galaxy de la Major League Soccer.
Fue quarterback en la preparatoria Carson High, donde comenzó de manera voluntaria su carrera como entrenador, entre el 2004 y el 2005.
Después pasó al cuerpo de entrenador de El Camino College, donde tampoco percibía salario, entre el 2006 y 2008.

“Siempre me ha gustado el futbol americano y como ya no pude jugar en la universidad decidí estar como entrenador”, señaló. “En los veranos hacía campamentos de futbol americano con niños en USC. Y ahí conocí al entrenador Carroll”.
Canales recordó que Carroll le había preguntado si alguna vez estaría interesado en ser entrenador de tiempo completo. A lo que contestó de manera afirmativa.
“Me dijo que yo tenía lo que él necesitaba para ser entrenador: pasión por el deporte, conocimiento y las ganas”, mencionó. “Sabía que yo era voluntario y que sólo trabajaba ahí por amor al deporte”.

En 2009 se unió de tiempo completo a Carroll y el resto de los entrenadores como asistente de los encargados del gimnasio de pesas y control de calidad ofensiva.
Al año siguiente, Carroll salió de USC y fue contratado por los Seahawks.
“Nos llevó a 20 de nosotros con él a Seattle”, dijo Canales. “No sólo entrenadores, también algunos del personal de oficina y de la operación de futbol americano”.
Comenzó como coordinador de control de calidad ofensiva.
Después sumó la tarea del control de calidad de los mariscales de campo; una posición que desempeñará por segundo año consecutivo, tras ser parte del equipo que venció en New Jersey a los Denver Broncos hace un año en el Metlife Stadium, dirigidos a la ofensiva por Peyton Manning.
Este domingo, tratará de ser parte del conjunto que haga lo mismo con el equipo de Tom Brady.
“La mejor parte de todo, es trabajar con Pete”, mencionó. “Es alguien que se preocupa por todos en la organización. Te pregunta por ti y tu familia. Trata de que todos prosperemos de alguna manera”.

“Pete es bien humilde”, agregó. “Es bien importante para mí, en mi futuro, aprende lo más que pueda de él; cómo hacer el programa cada día, llevar las prácticas, lidiar con la prensa. Cómo enseñar al mundo la manera de hacer todo. Y, sobre todo, su cultura. Siempre habla sobre finalizar las cosas y competir”.
Canales dijo que tiene interacción directa con Carroll durante los juegos y que está satisfecho por completo con su trabajo actual.
Pero que tiene grandes ambiciones en el negocio.

“Claro que quiero llegar a ser entrenador en jefe”, sentenció.