Autor: Coach Carlos Sánchez Fischer
En mi experiencia como entrenador de fútbol americano me he dado cuenta de la falta de valores que existen en los niños y jóvenes. Para ellos es muy fácil y normal engañar, mentir, buscar ventaja, justificarse y evadir responsabilidades para realizar el mínimo suficiente durante los entrenamientos, sesiones de vídeo o gimnasio. Este tipo de conductas me preocupa mucho y en mi opinión lo que causa estos problemas es la honestidad.
Si definimos la honestidad como un valor puro, este se precisa como la calidad humana en la expresión y en el comportamiento, reflejados en la sinceridad y la verdad.
Dentro del deporte siempre estamos buscando un resultado positivo, sea cual sea la situación del equipo, persistentemente queremos ganar y hacer que nuestros niños tengan la satisfacción de ser los mejores, y nos enfocamos en exigir los fundamentos técnicos y físicos, olvidándonos de los valores que podrían ayudarnos a trabajar de mejor manera.
Si los entrenadores y padres de familia involucráramos el valor de la honestidad en cada momento tanto en los entrenamientos, la escuela y en casa, los niños y jóvenes trabajarían consientes y tomarían sus actividades con responsabilidad.
En una ocasión el coach Ignacio Padilla me dijo después de una derrota, “El fútbol americano es muy justo”, en ese momento no entendí lo que me quería decir, yo estaba frustrado y tratando de buscar explicaciones de ese mal resultado. Después de algún tiempo le cuestione la frase que me había dejado pensando, el me explico que el fútbol es muy justo porque siempre gana el mejor, el que trabaja más, el que se prepara cada día, el no deja pasar una repetición en el campo, el que llega temprano todos los días, el que es disciplinado y sobre todo el que es honesto consigo mismo y esta consiente que no puede mentir y justificarse en el momento que falla, y busca la manera de reponer y responsabilizarse de sus acciones.
Si nosotros como coaches o padres de familia logramos e inculcamos que los niños y jóvenes se responsabilicen de sus actos, sean honestos con ellos mismos y no se les haga fácil mentir, engañar y evadir responsabilidades, estaremos creando una pieza clave en la relación jugador-coach / padre-hijo fortaleciendo el cariño, la confianza, el amor y la sinceridad absoluta.
Si involucramos el valor de la honestidad más los fundamentos técnicos y físicos no sé si lograremos el cien por ciento de las victorias, pero en definitiva estoy convencido de que estaremos cerca de lógralo ya que “el fútbol americano es muy justo”.
Coach Carlos Sánchez Fischer
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