Por: www.yarda35.com
El concepto de triunfo es tan grande que no podemos reducirlo a un trofeo, o una aparición en el periódico o en internet; claro, son buenas cosas, pero esas son sólo las cerezas del pastel.
¿Ganar no lo es todo, es lo único?
Lo bueno está abajo del betún y de los adornos: la consistencia y el sabor del pan son la verdaderamente importante; así es el futbol americano: qué hiciste para llegar a la final de tu temporada, cuántas veces venciste a la flojera de ir a entrenar con lluvia, con sol, con broncas familiares, laborales y sentimentales; y qué hay del triunfo de gozar un buen entrenamiento en el gym o en el campo con una de esas chingas que todos vivimos en las que sientes que te desmayas y no por eso dejas de intentarlo.
He entrenado a muchos jugadores que nunca fueron campeones pero son triunfadores, y también he entrenado a muchos que obtuvieron campeonatos y no lograron en verdad triunfar en su persona.
El triunfo en el futbol americano y el tocho bandera
Puedo decir que en temporadas que no ganamos ni un juego (cero ganados y seis perdidos) pero tuvimos el triunfo de llegar, con los que empezamos la temporada, hasta el silbatazo final del último juego, y eso nos fortaleció más o igual que haber obtenido un campeonato.
Porque el triunfo en el futbol americano y el tocho bandera es de muchos tipos: el triunfo de hacer amigos, ese amigo al que le pones un “bloqueadón” o “tacleadón” y saliendo nos vamos a cenar unos tacos o le das aventón hasta su casa a pesar de que no vive por tus rumbos; la empatía con tus entrenadores, a los que sólo con voltear a verlos ya sabes qué quieren; y todo eso va pasando en el camino a una temporada que no sabemos si va hacer buena o mala.
El triunfo es lograr jugar una posición que mucha gente te decía que estaba fuera de tu alcance, conseguir esa anotacion que siempre soñaste, o simplemente quedarse en el equipo y ser parte de esa familia que se forma temporada tras temporada, ganarse un jersey y saber que te costó lagrimas, dolor, sudor, sangre y muchas cosas más.
Somos ganadores desde que lo intentamos. Dios nos dio diferentes capacidades físico-atléticas, pero el corazón, hablando espiritualmente, es el mismo, y tú decides qué tanto lo quieres fortalecer: el éxito y el ganar deben de ser para ti mismo, y así lo vas a proyectar a las personas que te rodean, y que son las que verdaderamente importan.
No lo hagas por las personas que no se preocupan por ti, o por las que te critiquen, esas no importan, pásalas y sigue siendo un triunfador, un ganador exitoso, y esa idea, ese valor, llévalo a tu día de trabajo, ya en tu etapa adulta, y a tu vida familiar, y verás cómo el futbol americano y el tocho bandera te enseñan a triunfar de verdad.
Creo que hay muchas clases de triunfos en la vida y en el futbol americano. Un triunfo puede ser desde lograr dos vueltas al campo, hasta anotar un touchdown para ganar una final. El triunfo para mí no es solamente el campeonato, hay mil batallas diarias por ganar.
Enseñanzas del futbol americano
Yo puedo decir que mis jugadores y compañeros de equipo han sido triunfadores y ganadores por el puro hecho de haber practicado este deporte con seriedad, responsabilidad, compromiso, trabajo de equipo y por afrontar sus retos. Todos estos valores llevados al campo de futbol americano, y al campo de la vida, ya te hacen un ser exitoso.