Este medicamento puede llegar a alterar tus emociones, según un estudio norteamericano
“- Cariño ¿tengo la nariz grande?”; “- No, tienes una nariz común.”; “- ¿En serio?”; “- Sí, ¡común tucán!”.
¿No te ha hecho gracia? Pues atento, especialmente si tomas paracetamol de forma regular. Nota: si no te has reído y no tomas normalmente este analgésico no deberías preocuparte, asumo la culpa, eso es que el chiste era más malo que un dolor de muelas. De todos modos, ten en cuenta lo que te vamos a contar, ya que el saber no ocupa lugar.
Como bien sabrás de primera mano, hay veces en las que te duele la cabeza o cualquier otra zona de tu cuerpo. No es algo que puedas decidir o controlar, simplemente ocurre así. Y para tratar de recuperarte, en ocasiones decides echar mano de un ibuprofeno, aunque si el dolor es intenso y puñetero hasta lo alternas con un paracetamol. Pues bien, si el uso abusivo del ibuprofeno puede aumentar el riesgo de infarto si se padecen enfermedades cardiovasculares, ojito con este segundo medicamento, que también tiene efectos colaterales.
Resulta que, según un estudio de los científicos de la Universidad de Ohio (EE.UU.), el paracetamol puede llegar a acentuar los dolores físicos. Y lo más preocupante de todo, que también puede llegar a alterar las emociones. De hecho, esta investigación asegura que las personas que tomaron este analgésico durante la tesis tuvieron una reducción en la capacidad de sentir la alegría y la tristeza de forma intensa.
Este ensayo separaba a 167 individuos (o conejillos de indias en toda regla) en dos grupos. El primero de ellos fue medicado con paracetamol, mientras que el segundo tan sólo ingirió placebo. Una hora después, se les hizo analizar varias fotografías alegres y tristes puntuándolas del 0 al 10. Y se obtuvieron resultados notablemente distintos.
Y es que los sujetos que habían tomado paracetamol obtuvieron una media de 5,85 puntos en sus emociones, frente a una puntuación de 6,75 por parte del otro grupo. Por todo ello, los científicos han concluido que el paracetamol transforma la capacidad de sentir de las personas, pudiendo llegar a limitar la alegría.
Así pues, te recomendamos que hagas una ingesta moderada de este producto, sobre todo si es innecesaria. Y ahora…probemos de nuevo: “- Mamá, mamá, en el colegio me dicen champú”; “- Tranquilo, Johnson, no más lágrimas, no más lágrimas…”. ¿Mejor así?