Por: MiPielSana

El peso ideal es un concepto que a diario escuchamos entre aquellos que se preocupan por su figura y que buscan desesperadamente cualquier método que les ayude a alcanzar un objetivo en concreto. Irónicamente, a pesar de ser tan popular y común, también es de los más errados dentro de la sociedad.

Esto se debe a que gran parte de la población, a pesar del fácil acceso a la información, no logra comprender las diferencias entre dos básicos conceptos como lo son el perder peso y perder grasa. Una persona bien informada tiene más probabilidades de llegar alcanzar su meta al someterse a un proceso de transformación, en comparación a otra persona que deja muchas cosas al azar, creyendo que por el simple hecho de ser tan ‘comunes’ no merece la pena darles importancia.

Vamos a aplicar un poco de física básica para poder entender con más claridad el concepto de peso.

Pues bien, el peso es toda la fuerza de atracción que la gravedad ejerce sobre un cuerpo. Aunque el peso de una persona está influenciado por la masa, lo cierto es que la gravedad actúa aún con mayor autoridad. Esto quiere decir que por ejemplo, un sujeto que pesa 80 kilos en la tierra, pesará aproximadamente unos 50 kilos en la luna.

A pesar de que se trata del mismo hombre con las mismas medidas, presenta una gran variación en los números que la báscula marcaría, debido a la fuerza de la gravedad que actúa de diferentes maneras en ambos lugares.

Bien, pero ¿a qué viene todo esto? Es lógico que aquí y en China, el hombre de 80 kilos va a pesar lo mismo, pero ese no es el punto de todo el artículo, sino más bien, aprender a diferenciar este concepto, para que al momento de subirte a la báscula no caigas en la frustración y desesperación si ves que los números no son tan distantes a cuando empezaste en tu plan de transformación.

Si quieres calcular tu peso ideal, puedes hacerlo sin ningún problema, pero el hecho de que peses 80 kilos, al igual que otra persona, no necesariamente significa que estarán igual de saludables. Esto es así porque mientras uno tiene 80 kilos de puro músculo, puede que el otro tenga 80 kilos conformados de grasa en su mayoría, lo que aumenta notablemente el riesgo de sufrir enfermedades de todo tipo.

Si piensas someterte a un nuevo plan de alimentación, antes que nada debes saber cuáles son los objetivos que más le convienen a tu cuerpo. ¿A qué me refiero con esto? Pues hay ocasiones en las que una persona cree estar gorda, cuando en realidad, se encuentran hinchados debido a la acumulación de líquidos. En este caso, el tipo de dieta sería muy diferente al de una persona que en realidad se ve gruesa debido a la acumulación del tejido adiposo (grasa).

¿Cómo calcular tu peso ideal? El IMC

Seguramente has visto las siglas IMC en más de una ocasión. Si aún no lo sabías, significa Índice de Masa Corporal y es el resultado obtenido al dividir el peso entre la estatura al cuadrado.

Esta fórmula fue ideada por un estadístico belga y al no considerar muchos factores como la edad o el sexo, entonces no es muy precisa. Lo cierto es que muchas de las formas en las que se calcula el peso ideal de una persona suelen presentar un vasto margen de error, por lo que habría que hacer conjeturas para tener un resultado más aproximado.

La fórmula para calcular el IMC es la siguiente:

IMC= Peso/Estatura2

Una vez se obtiene el restultado, se debe comparar con la tabla que evalúa la composición corporal.

Los rangos son los siguientes:

No obstante, tal y como mencionaba más arriba, los datos arrojados no son demasiado precisos y de hecho, tampoco deben tomarse muy en serio, pues siguiendo el ejemplo anterior, aunque probablemente tengan el mismo IMC dos sujetos que pesan 80 kilos, no necesariamente quiere decir que estén en las mismas condiciones de salud.

Como puedes suponer, una vez más queda en claro que conocer tu peso ideal no sirve de mucho si en verdad te preocupas por tu salud. En este caso, lo mejor que puedes hacer es calcular tu porcentaje de grasa corporal. Este resultado es el que en realidad importa, pero para conocerlo se toman en cuenta mucho más factores e incluso se utilizan aparatos de mayor tecnología para mejorar la precisión.

El cálculo del porcentaje de masa grasa no es algo que pueda realizar cualquiera. Esta medición se reserva a profesionales de salud, utilizando técnicas de ultrasonidos o incluso midiendo los pliegues cutáneos con una pinza, en determinadas zonas del cuerpo donde se tiende a acumular más grasa.