La fruta es natural, está cargada de fibra y llena de antioxidantes peleadores contra el cáncer.
Así que no es una sorpresa que la fruta sea un snack saludable.
Aún así, hay algunas cosas que debes tener en cuenta para asegurarte que estás obteniendo todos los beneficios por lo que estás pagando.
Aquí te dejamos 6 errores comunes que pueden estar arruinando tu consumo de fruta.
PENSAR QUE TODAS LAS FRUTAS SON CREADAS IGUAL
¿No sabes si comer una taza de piña o un bowl de moras azules?
Aunque ambas contienen vitaminas que son buenas para ti (la piña es una buena fuente de ácido fólico y de vitamina B6, y las moras azules están llenas de fibras y vitamina C), tienen diferentes cantidades de carbohidratos, azúcar y fibra.
“Las mejores frutas son las que tienen los niveles más altos de polifenoles [químicos que combaten la inflamación] y el índice glucémico más bajo”, indica el doctor Barry Sears, autor de The Mediterranean Zone.
El índice glucémico (IG) se refiere a qué tan rápido (o lento) una fruta es capaz de incrementar el nivel de glucosa en la sangre; las frutas con un IG bajo son generalmente la mejor opción debido a que se digieren más lentamente, así que no elevarán tus niveles de azúcar en la sangre y te mantendrán lleno más tiempo.
Una muy buena opción: las bayas (berries), tienen un nivel alto de polifenoles y un IG bajo.
“En conjunto, todas las frutas de color obscuro, son ricas en antioxidantes y contienen menos azúcar por porción que las que tienen colores más claros, como los plátanos y los melones”, explica el doctor Keith Kantor, nutriólogo y autor de Green Box Foods League of Nutritious Justice.
NO HACES ELECCIONES DISTINTAS BASADAS EN TU NIVEL DE APETITO
¿Tu estómago gruñe y todavía falta para la hora dela cena? O simplemente ¿quieres un bocadillo para tener algo en la boca?
Medítalo antes de decidir la cantidad.
Una manzana grande, por ejemplo, tiene 120 calorías, pero una pequeña solo tiene 53.
Mientras tanto, no cometas el error de comparar manzanas con naranjas al hacer tu elección: una naranja grande y una manzana pequeña tienen el mismo número de calorías, indica la nutrióloga Suzanne Fisher.
COMES FRUTAS SOLAS
Aunque una fruta en sí es ciertamente mejor que un dulce, aún tiene el potencial de incrementar tu nivel de azúcar en la sangre.
Combinarla con algo de proteína –digamos, un poco de queso o un poco de crema de cacahuate- elimina ese problema, explica el doctor Sears.
“La fruta incrementará tus niveles de insulina y la proteína los de glucagón. Estas dos hormonas trabajan juntas para estabilizar los niveles de azúcar”.
Es especialmente importante comer algo de proteína con tus frutas si eres diabético o prediabético; de otro modo podrás empezar tener síntomas de hiperglucemia, como la aceleración de tu ritmo cardiaco.
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NO ESTÁS COMPRANDO ORGÁNICA
Sí, es más cara, pero muchos expertos piensan que vale la pena –al menos tratándose de algunas variedades.
El doctor David Nico, autor de Diet Diagnosis, sugiere comprar versiones orgánicas de manzanas, uvas y otras frutas que son conocidas por tener cantidades mayores de pesticidas.
Hacerlo te ayudará a limitar tu exposición a pesticidas y puede que te provea de nutrientes extras.
NO TE COMES LA CÁSCARA
La cáscara es regularmente la mejor parte tratándose de vitaminas y antioxidantes.
La cáscara de la manzana, por ejemplo, está llena de fibra, vitamina C y vitamina A.
La investigación ha encontrado incluso que comer la cáscara puede ser la clave para reducir el riesgo de ser obeso y para mantener el cáncer a raya.
BEBES TU FRUTA
El jugo –ya sea que lo compres embotellado o en un bar de jugos de moda- no contiene las partes con fibra de la fruta y “la fibra es lo que hace más lenta la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo”, explica Nico.
Te irá mejor comiendo la pieza entera de fruta o incluso (ocasionalmente) haciéndote un smoothie, debido a que la fruta se va entera a la licuadora.
Él también sugiere tener cuidado con comer las frutas secas: como ocurre con el jugo, es sencillo hacerlo demás (¿Qué tan sencillo es tomar dos vasos o comer una bolsa entera de duraznos secos.
Además, regularmente contienen conservadores y azúcar añadido.