INTRODUCCIÓN
Un alto porcentaje del cuerpo está compuesto por agua y funciona gracias a ella. Haz que tu cuerpo conserve su maquinaria sin alterarse. He aquí seis razones por las cuales no debes reducir su consumo.
EVITA LA DESHIDRATACIÓN
“Cuando realizas una actividad física y experimentas sed, esta se debe a que ha comenzado un proceso de deshidratación, por lo que debes reponer líquidos de inmediato”, dice Nieves Palacio, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Consejo Superior de Deportes de España. “Esto se debe a que el ejercicio aumenta la producción de calor y este, a su vez, pone en marcha una serie de mecanismos termorreguladores, entre ellos la producción de sudor. Una hora de ejercicio cardiovascular elimina hasta 500 ml de sudor”, dice.
MEJORA TU DESEMPEÑO EN LA CANCHA
La deshidratración tiene un efecto negativo en el rendimiento deportivo: al perder agua a través del sudor también eliminas sodio, lo cual genera un desequilibrio de minerales en el organismo (y esta es una de las principales causas de calambres en los atletas). Pero, además, puede provocar un aumento de la frecuencia cardiaca, dolor de cabeza, sueño y dificultad de concentración.
CONSERVA EL FUNCIONAMIENTO DEL CEREBRO
Las estructuras cerebrales contienen un porcentaje hídrico considerable, entre ellas, las que controlan tanto los movimientos y la comunicación entre el cerebro y las neuronas y las que controlan la capacidad de coordinación y de concentración mental. Particularmente existe una parte del cerebro muy sensible a la pérdida de agua llamada lóbulo frontal, y que es la que controla la memoria, las funciones ejecutivas (planeación de actividades cotidianas, por ejemplo), y el procesamiento visual.
CONTROLA EL APETITO
Beber al menos 250 ml de agua cada dos horas ayuda a mantener el estómago lleno y un estado mental alerta. Cuando no le aportas suficiente líquido al cuerpo, es posible confundir la sed con el hambre e ingerir alimentos que te harán aumentar de peso.
OXIGENACIÓN CELULAR
El agua es un líquido que permite el transporte de oxígeno y nutrientes a las células de todo el cuerpo; por eso es tan importante mantenerte bien hidratado antes, durante y despúes de tu entrenamiento.
MEJORA LA DIGESTIÓN
El agua es indispensable para la descomposición de los alimentos durante la digestión. En este sentido, ayuda principalmente a disolver la fibra soluble para que tu sistema digestivo siga funcionando sin problemas, por lo que evita el estreñimiento.