Formar parte del programa olímpico ha sido por muchos años el deseo de diversos deportes, el futbol americano no ha sido la excepción a este anhelo. Apenas hace unos días, el Comité Olímpico Internacional (COI) reconoció a la federación internacional de la disciplina (IFAF por su sigla en inglés) de manera provisional, lo que le abrió la puerta al deporte para aspirar a llegar a una justa veraniega en algún momento.
Mientras deportes como el karate, el beisbol-softbol, el squash, el racquetbol, entre otras disciplinas, han pujado por varios años por conseguir la inclusión en el programa, lo cierto es que el futbol americano podría llevarles ventaja.
Y es que según lo que dicta la Carta Olímpica del COI, para que un deporte pueda ser incluido en el Programa Olímpico de unos Juegos Olímpicos, debe ser un deporte ampliamente practicado en un mínimo de 75 países y cuatro continentes, en el caso de la rama varonil, y en 40 países y tres continentes en la rama femenil, cuestiones que, según información de la página de la IFAF, cumplen.
Sin embargo, crecer internacionalmente no ha sido un proceso fácil y eso lo comprobó la NFL en el 2007, cuando tuvo que cerrar la Liga que habían creado en Europa luego de 16 años de existencia, debido a que perdió su objetivo de desarrollar jugadores juveniles.
A pesar de que la liga europea contaba con gran cantidad de aficionados, sobre todo en Alemania, la Liga perdía 30 millones de dólares por temporada y no sacaba el talento deseado de aque continente.
Además, sólo quedaba un equipo fuera de Alemania -Amsterdam Admirals- y apenas despertaba interés en el resto de Europa. Aunado a todo ello, la NFL Europa no tenía buena audiencia televisiva en EU y su popularidad también decaía en el resto del mundo.
Sin embargo, la liga estadounidense no renunció a la idea de internacionalizar su deporte. Esto se ha hecho latente con los juegos que ha promovido la NFL fuera de territorio estadounidense, principalmente en Inglaterra.
No obstante, a nivel amateur, la IFAF tiene presencia en todos los continentes. De acuerdo con datos del organismo, en África está registrada una federación, en América 19 ; siete, en Asia; 33, en Europa, y cuatro, en Oceanía.
Otro de los requisitos que pide la Carta Olímpica para integrar el deporte al programa de los Juegos Olímpicos es que la disciplina debe ser practicada en un mínimo de 25 países y tres continentes para los Juegos de Invierno, además de ser un deporte que haya adoptado y aplique el código antidopaje mundial.
Aunque la logística de los JO no facilita el arribo de un deporte como éste debido a la cantidad de jugadores y a la cantidad de pausas que tiene su dinámica, una versión de siete contra siete, similar a la que se jugará en el rugby a partir de los juegos de Río 2016, pudiera ser una alternativa para la llegada del futbol americano a la justa veraniega.
Hasta ahora, el único antecedente del futbol americano en los Juegos Olímpicos ha sido como deporte de exhibición en Los Ángeles en 1932, edición en la que se enfrentaron dos equipos conformados por estudiantes universitarios a los que no se les entregó ninguna medalla.
Será en el 2017, cuando el COI podría optar por el futbol americano para ingresar al programa olímpico de la justa del 2024 que aún no cuenta con sede.