El pulsómetro puede convertirse en el mejor amigo de aquellas personas que se inician dentro del mundo del deporte, especialmente en el running. Y es que de esta forma se puede llevar de forma fácil un registro de las pulsaciones por minuto para asegurarse de realizar la actividad física dentro de los límites recomendados, ya sea para no poner en peligro la integridad física, o bien para lograr los objetivos propuestos como pueden ser el aumento en la velocidad o el aumento en la resistencia.
Por supuesto, y teniendo más en cuenta estos dos últimos puntos, se puede llegar a concluir que el control de las pulsaciones durante el ejercicio no es una tarea que se limita a los principiantes, sino también a los atletas más avanzados para mejorar sus resultados.
Por lo general, el ritmo cardiaco suele elevarse al momento de realizar cualquier tipo de actividad física, especialmente del tipo cardiovascular, así que experimentar estas sensaciones no debería suponer ningún tipo de preocupación, ni siquiera en las primeras semanas de entrenamiento, a menos claro que se prolonguen incluso después de varios minutos de haber finalizado el ejercicio, a la par que se manifiestan molestias en el área del corazón, lo que podría suponer problemas que deberían ser atendidos por el médico de forma inmediata.
Esta es sin duda la principal razón por la que cualquier conocedor del tema recomienda hacerse una prueba de esfuerzo antes de empezar a practicar deporte, ya que de esta forma se es posible asegurar de que el cuerpo está en las condiciones necesarias para realizar ejercicio sin sufrir de efectos adversos.
Como bajar el ritmo cardiaco:
Una vez que el ritmo cardiaco es elevado, se puede recurrir a diferentes métodos para regularizarlas, que a continuación se comentan.
- Quizás esta sea la más importante, y consiste en trabajar durante varias semanas hasta empezar a formar la resistencia necesaria para poder correr sin agitarse demasiado. A este tipo de proceso se le llama adaptación y puede prolongarse hasta por 6 semanas o en algunos casos, algo más de tiempo. Una buena forma de empezar es haciendo caminatas por algunos minutos para después pasar al trote ligero en donde la frecuencia cardíaca no exceda entre el 60 y el 70% de su capacidad máxima.
- La razón por la que recomienda mantener la Fc dentro del rango mencionado anteriormente es debido a que de esta manera resulta más fácil controlar la respiración, lo que evita entorpecer los movimientos, rendir más y por supuesto, evitar la fatiga prematura del cuerpo. Una respiración adecuada durante el ejercicio debe incluir también tomar algunas bocanadas de aire por la boca, es sumamente recomendable para que todo el oxígeno pueda llegar hasta los músculos más escondidos.
- A partir de ahí, se recomienda empezar a trabajar con series. Esto significa mejorar la velocidad a través de diversas carreras que varían en velocidad y distancia. Alguinos ejemplos claros podrían ser el correr 100 metros al 80% del Fc y después descansar, o bien, sprintar por 30 segundos y luego descansar, y así sucesivamente hasta completar diferentes series.
No olvides que tal y como sucede con todo tipo de ejercicios, empezar a notar los resultados va a tomar más que ir de la noche a la mañana, pues tal y como se indica en el primer punto, a veces es necesario más de seis semanas para completar la fase de adaptación, as´si que no hay que desesperarse por ningún motivo, lo que significa que tirar la toalla antes de tiempo o hacer más ejercicio del que el cuerpo puede soportar, no te va a llevar a ningún lugar.