El mundo de la NFL respondió a las críticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con un mensaje de unidad.
Si bien no todos comparten la misma opinión sobre la forma de protestar por la injusticia social en el país, quienes están en desacuerdo afirmaron respetar el derecho de libre expresión de quienes se han arrodillado o sentado durante la ceremonia del himno alrededor de la liga.
Sin embargo, los dueños de equipos fueron los portadores simbólicos de la unidad en la NFL al unirse varios de ellos a sus jugadores y cruzar sus brazos con ellos para reforzar el mensaje que la mayoría de los propietarios enviaron en redes sociales u otros medios luego de que Trump les exigió despedir a quienes no se mantienen de pie durante el himno.
Arhur Blank, de los Atlanta Falcons, Dan Snyder, de los Washington Redskins, Jeffrey Lurie, de los Philadelphia Eagles, y en Londres Shad Khan, de los Jacksonville Jaguars, fueron los dueños que decidieron reforzar ese mensaje personalmente al salir al campo para mostrar su respaldo a sus jugadores.
En otros frentes, equipos como los Pittsburgh Steelers decidieron no salir al campo para la ceremonia del himno previo al duelo ante los Chicago Bears en respuesta a los comentarios de Trump, quien el viernes calificó como “hijos de p***” a quienes han protestado arrodillados o sentados.
El liniero ofensivo Alejandro Vilanueva, de origen español, fue el único jugador de los Steelers que salió del vestidor, pero se quedó a la entrada del túnel que da al campo del Soldier Field y se mantuvo de pie con la mano al corazón mientras entonaba el himno de Estados Unidos.
Villanueva fue miembro de las fuerzas armadas y peleó en Afganistán.
Los únicos miembros de los Steelers que estuvieron en su banca durante la ceremonia del himno fueron el coach Mike Tomlin, el coordinador ofensivo Todd Haley y los coaches de línea ofensiva y corredores, James Saxon y Mike Munchak, respectivamente.
En Nashville, los Tennessee Titans y Seattle Seahawks decidieron no salir a la ceremonia.
Los tres equipos indicaron que, tras discutir el tema la noche anterior, tomaron la decisión de no dejar el vestidor y ser presentados como equipo y no individualmente, como suele suceder.
Los Oakland Raiders tenían la misma intención de no dejar el vestidor, pero no pudieron hacerlo por jugar en horario estelar el domingo por la noche ante los Redskins.
Alrededor de la NFL se vieron muestras de solidaridad entre los jugadores, aunque la vasta mayoría que protestaron arrodillados o sentados o con el puño en alto fueron afroamericanos.
Tom Brady y Aaron Rodgers, quarterbacks de los New England Patriots y Green Bay Packers, también cruzaron sus brazos durante el himno y en redes sociales publicaron mensajes llamando a la unidad en la sociedad estadounidense.
Luego de las declaraciones del viernes de Trump, varios dueños de equipos de la NFL respondieron con comunicados de prensa publicados en redes sociales, como Jed York, dueño de los San Francisco 49ers; John Mara y Steve Tisch, de los New York Giants; Clark Hunt, de los Kansas City Chiefs; Stephen Ross, de los Miami Dolphins, entre otros.
“Ojalá no sea cosa de sólo una semana”, señaló Malcolm Jenkins, safety de los Eagles.
Tambièn hubo voces que descalificaron los métodos de protesta, particularmente por el momento en que éstas se han hecho. El ala defensivo de los Denver Broncos, Derek Wolfe, dijo a Josina Anderson de ESPN que no compartía la idea de arrodillarse durante esa ceremonia porque es una manera de faltarle al respeto a la bandera de Estados Unidos y a los miembros de las fuerzas armadas que han perdido la vida por el país.
Sin embargo, el jugador de Denver reconoció que quienes deciden protestar hincados o sentados durante el himno tienen el derecho a hacerlo.
El dueño de los Carolina Panthers, Jerry Richardson, indicó que, a diferencia de otros propietarios, no emitirìa ninguna postura sobre los señalamientos de Trump.