Fuente: www.primeroygol.com
Por: Alex Camacho Rello
Una sonrisa o una palabra de aliento de nuestra parte, vale todo el oro del mundo para nuestros hijos”.
¡Hola, mis queridos lectores! ¿Cómo están? Seguramente bien descansados del feriado de Semana Santa y con pilas bien cargadas para las actividades diarias.
En estos meses, me ha llamado la atención varios resultados que se han dado en algunos partidos de las categorías Juvenil e Intermedia en diversas Ligas del país, donde se dieron marcadores muy llamativos por la desproporción de los números a favor y en contra; en corto, diríamos palizas.
Todo ello me ha hecho reflexionar sobre la inexistencia para algunos coaches y directivos de la palabra DEPORTIVISMO Y FORMACIÓN. En el año 2002, mandé una colaboración al órgano informativo del club Bucaneros de Satélite, titulada “El Fútbol Americano ¿competitivo formativo?, reflexión ad hoc, sobre los resultados acontecidos y que exhiben el comportamiento de algunos coaches y que a continuación se las presento de nuevo:
Me encontraba en un juego de juvenil “A”, de un equipo “x” contra otro equipo “y”, el marcador estaba decidido por más de 35 puntos en los últimos 8 minutos de juego, el equipo que va ganando vuelve a anotar un touchdown, se la juega por dos puntos y además patea corto y recupera la pelota, generando así una serie de señas ofensivas y burlonas en contra del equipo en desventaja.
Acabando el encuentro se calientan los ánimos por parte de ambos bandos, no pasando a mayores, pero la actitud del equipo que ganó es de total prepotencia, el entrenador del equipo victorioso le comenta a sus jugadores, que el objetivo de cada ofensiva es el producir puntos y el de la defensiva es no permitir puntos en contra, dice que lo único importante es el ganar, que perder es para mediocres, que en el mundo no hay lugar para perdedores, (repitiendo las palabras de Vince Lombardi), pero con la gran diferencia que Lombardi traía a un equipo de profesionales y no de juveniles, lo cual es un enfoque totalmente diferente. Su lema sería entonces de este coach de juvenil: “Lo importante no es ganar, sino humillar”.
El ganar o perder es algo que se va a dar en todos los niveles y ese no es un parámetro para determinar si un equipo es bueno o malo, si así fuera los dos equipos que llegan a una final en calidad de invictos al perder uno, automáticamente ¿Se convertiría en equipo malo?. Lo que da el parámetro de ser bueno o malo además del marcador, es el comportamiento del equipo en sí.
Cuándo se da un encuentro de esa naturaleza los dos equipos son triunfadores y que uno gane será solo cuestión de las circunstancias que se den en el desarrollo del mismo y que, ¿por el hecho de haber perdido ya no tengan lugar en el mundo?, por favor, seamos coherentes en nuestros comentarios. El fútbol americano como cualquier otra actividad deportiva tiene como meta principal el ayudar en el desarrollo físico e integral del individuo.
En los diferentes niveles que se practique, se deberá ir adecuando el grado de competencia y de excelencia en que tendrá en desarrollarse, tomando así como parámetro, las edades de competencia de los jugadores en turno. No se le puede pedir los mismos resultados a un joven de 15 años, que a un adulto de 24 en su último año de elegibilidad y esa es la labor del entrenador, ubicarlos en el momento que se encuentran.
Es responsabilidad del coach, en el muchacho que empieza a despertar en plena adolescencia se ubique en lo que representa el éxito y el fracaso y enseñarles que el trabajar franca y honestamente los convertirá a la larga en triunfadores, que el ser prepotentes solo los llevara al fracaso y la frustración y que el saber ganar y perder y sobre todo el respetar a sus oponentes serán principios de ética que los harán grandes jugadores y personas.
En esta edad, el fútbol americano combina los destellos de calidad en algunos jugadores, con el tamaño del atleta, el cual empieza a ser factor clave y la aplicación de las estrategias de juego que aunque no sean bien ejecutadas ya son un determinante para el resultado de un encuentro, esta es la edad más importante, en la que los conceptos de moral se reafirman o se desvirtúan, pero si el entrenador no está consciente de ello y capacitado para tratar con un grupo de adolescentes, entonces este deporte será netamente deformativo. Su equipo podrá ser competitivo, pero no formativo y a la larga el jugador no pasara de ser un atleta genéticamente superior a la media de jugadores, pero su actitud no les permitirá ir más lejos de sus narices. El formar valores, el reafirmar los lazos de fraternidad, el enseñar la verdadera mística del fútbol americano, el enseñar los conceptos técnicos de las diferentes posiciones, es el verdadero objetivo en esta etapa juvenil.
Ellos son el futuro de México (académica, socialmente y deportivamente) y si desde ahí les aplaudimos por humillar o lastimar a un jugador contrario, los motivamos a jugar con documentos falsos, les exigimos que primero es el fútbol y luego la escuela, después no nos asombre que ellos mismos nos ‘copien’ y transmitan esos conocimientos a sus jugadores cuando sean coaches y en su vida privada apliquen esa “educación” y “formación”. O en el peor de los casos, que no nos asombre cuando seamos asaltados en la calle por uno de esos “jugadores” competitivos.
Como encontré en un viejo escrito, estos pensamientos:
“Nuestros niños y jóvenes los cuales con su entrega y dedicación nos proporcionan la oportunidad de volver a sentirnos niños momentáneamente, de gozar con sus grandes jugadas y sufrir con sus pequeñas equivocaciones, nos contagian su espíritu de lucha y nos integran en esta maravillosa familia que es el fútbol americano”.
“Ese pasado, que sea presente para las nuevas generaciones y que provoqué en los protagonistas de esos años, un suspiro de nostalgia”.
Y hasta la próxima. No olviden leer un buen libro y, si pueden hacer ejercicio, háganlo; es una buena combinación para disfrutar de la vida.
Por ahí, nos encontraremos.
Se despide su amigo de siempre… Alex “Indiana” Camacho
*Sé generoso y comprensivo, que nadie venga a ti sin que pueda irse mejor y más feliz *
El Alex está a sus órdenes en este e-mail: alexcamachor@yahoo.com.mx, me dará mucho gusto y placer recibir sus comunicaciones.