El codiciado quarterback de Clemson, Trevor Lawrence, enfrenta una complicada decisión con respecto al draft del 2021 de la NFL
FLORHAM PARK — Trevor Lawrence ha admirado a la familia Manning desde que era un chico. Porta el jersey N° 16 en Clemson porque Peyton lo usó en la Universidad de Tennessee, la escuela favorita de Lawrence cuando crecía. Hace dos veranos, asistió a la Manning Passing Academy y pasó tiempo con Peyton e Eli. También pudo conocer a Archie, al patriarca de la familia, con quien se mantiene en contacto a través de mensajes ocasionales.
En las semanas y meses venideros, Lawrence, de 21 años de edad, enfrenta decisiones de calibre Manning mientras se prepara para su futuro de NFL.
¿Hará esperar al Draft 2021 de la NFL para jugar una temporada más de fútbol americano colegial (Peyton, 1997)? ¿Intentará controlar su destino de día de draft demandando un canje a un club de su preferencia (Eli, 2004, de los San Diego Chargers a los New York Giants)?
¿O tomará la ruta convencional y jugará para el equipo que lo seleccione (Peyton, 1998, Indianapolis Colts)?
“Hubo algunas personas que intentaron convencer a Peyton [de forzar un canje]”, dijo Archie a ESPN. “Los Colts no eran exactamente el epítome de una franquicia de primer nivel en el fútbol americano, ¿saben?”.
Como tampoco lo son los New York Jets (0-13), cuyas derrotas sostenidas han dado paso a una narrativa que atemoriza a su sufrida afición: ¿Qué sucede si Lawrence no desea jugar para los Jets, actuales favoritos para quedarse con la primera selección global?
ESPN entrevistó a cinco agentes prominentes y tres ex gerentes generales, y el consenso generalizado es que Lawrence saltará a las filas profesionales con suficiente palanca como para ejecutar una maniobra al estilo Eli Manning. Las opiniones varían, no obstante, respecto a si de hecho lo intentará.
En otras palabras: Es prematuro decir que los Jets deben estar sudando, pero sería conveniente mantener un pañuelo a la mano, por si acaso.
Para ser claro, los cinco agentes, que hablaron bajo condiciones de anonimato, no están asociados con Lawrence, quien no tiene permitido contratar a un representante hasta que se declare para el draft. (La fecha límite de la NFL es a mediados de enero). Algunos creen que el atractivo de New York le causará mirar más allá de los problemas de la franquicia (una campaña ganadora desde el 2010), mientras que otros sienten que el glamour de la gran ciudad es exagerado y sería sabio mantenerse alejado de los Jets, quienes poseen una pobre reputación a la hora de desarrollar quarterbacks.
“¿Estaría yo dudoso? Sería una señal de alto de unos 100 pies de diámetro”, admitió un agente.
Un ex gerente general respondió, “No vas a decirle que no a los Jets. Es un mercado de primera. ¿Podría hacer como Eli? Supongo que sí, pero seriamente dudo que lo haga”.
Antes de Manning, estuvo John Elway, quien se aprovechó de una carrera en el béisbol en ciernes como palanca en contra de los Baltimore Colts en el 1983. Seleccionaron a Elway primero global, pero lo canjearon a los Denver Broncos porque dejó saber que no deseaba jugar para los Colts. Eli no jugaba béisbol, pero dijo a los Chargers –que eran perdedores perennes en su momento– que se mantendría sin jugar un año antes de jugar para ellos. Funcionó, con el quarterback siendo enviado a los Giants minutos después de haber sido elegido primero global por los Chargers.
Lawrence, reconocido como evaluadores de talento como un prospecto generacional, posee la cantidad suficiente de fuerza para realizar la misma clase de movida, de acuerdo a agentes y ejecutivos de personal. Los analistas de draft para ESPN, Mel Kiper Jr. y Todd McShay, están de acuerdo en sus más recientes proyecciones de que Lawrence sería el seguro primero global en caso de declararse elegible para el draft.
“Verdaderamente posee una palanca inusual”, de acuerdo al analista para ESPN, Mike Tannenbaum, un ex gerente general de los Jets y ex vicepresidente de operaciones para los Miami Dolphins.
Si Lawrence tiene alguna preocupación respecto a jugar para los Jets con la primera selección, podría quedarse sin jugar un año y “fácilmente celebrar una subasta entre Adidas, Under Armour y Nike, y salir de allí muy bien”, dijo Tannenbaum. “Podría salir hoy y decir, ‘Ey, solo voy a jugar en una de estas cuatro ciudades’. O, ‘No me recluten porque no voy a ir’. Su palanca es que estará financieramente bien gracias a su dinero fuera del campo”.
Un agente dijo que la palanca de Lawrence se basaría en la presión de relaciones públicas contra los Jets, porque “los Johnsons no se quieren ver avergonzados”, una referencia al propietario del equipo Woody Johnson, y al CEO Christopher Johnson. Los Jets son sensibles a la percepción de una organización disfuncional, y lo último que necesitan es que un prospecto codiciado los rechace.
“Si ellos saben que Trevor Lawrence no desea jugar para ellos, entonces ellos tendrían el argumento, ‘Estamos comprometidos con Sam [Darnold] y creemos en Sam‘”, de acuerdo al agente. “Los fanáticos de los Jets no lo van a comprar, pero eso es lo que va a suceder”.
Otro agente dijo que esa clase de movida sería “un golpe mortal” para la franquicia, añadiendo, “Te tomaría algún tiempo recuperarte de eso si él saliera públicamente a decir, ‘No quiero ir a un equipo como los Jets, ellos no han sido ganadores'”.