
Alo, aquí Nat! A ver, no sé si ya te diste cuenta, pero últimamente el concreto aparente está en todos lados. Casas, cafeterías, museos… ¡hasta en restaurantes de moda! Y mira que no es casualidad. Antes, el concreto era solo la base de todo y se cubría con lo que fuera, pero ahora es el protagonista. Y con razón, porque es resistente, se ve elegante y tiene ese aire sofisticado de “me veo bien sin esfuerzo”. Básicamente, el concreto aparente es el típico amigo que ni se arregla y aun así siempre se ve increíble.
Pero más allá de la moda, hay buenas razones detrás de su auge. Primero, porque tiene ese look brutalista y minimalista que muchos aman. Es como si los edificios hubieran dicho: “ya no me voy a maquillar, así me ves real”. Además, es súper sostenible porque evita capas innecesarias de pintura o recubrimientos, es ultra resistente y no anda pidiendo mantenimiento cada rato. Y lo mejor: se adapta a todo. Lo puedes ver en fachadas, interiores, muebles, ¡hasta en pisos de baños! En serio, este material se está robando el show.

Ahora, lograr un buen concreto aparente no es solo cuestión de dejar el cemento al aire libre y ya. Hay varias formas de hacerlo bien. Por ejemplo, está el concreto colado en sitio, que se vierte directamente en moldes y cuyo acabado depende de qué tan bien hagas la mezcla y el encofrado. Luego están los paneles prefabricados, que se fabrican en otro lado y se instalan después, así que todo queda más parejito y sin sorpresas. Y si quieres darle un toque más artístico, está el concreto estampado, que usa moldes para crear patrones o texturas mientras aún está fresco.



Pero además de lo estético, el concreto aparente tiene beneficios prácticos. Casi no necesita mantenimiento, lo que significa que te olvidas de estar retocando pintura cada año. También ayuda con la temperatura, manteniendo los espacios frescos en verano y cálidos en invierno. Y a largo plazo, ahorra dinero, porque aunque su proceso debe ser preciso, después te olvidas de gastar en acabados extra. Sin mencionar que es súper versátil y se puede personalizar con colores, texturas o combinándolo con otros materiales.
Y como el chisme nunca para, aquí van unos datos curiosos: el concreto es el material de construcción más usado en el mundo, básicamente sin él no habría civilización. Además, arquitectos como Tadao Ando y Le Corbusier lo hicieron famoso en la arquitectura contemporánea, y si ves sus obras, entiendes por qué. Un edificio que lo utiliza de manera espectacular es el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói.




Así que ya sabes, el concreto aparente no es solo una moda pasajera, llegó para quedarse. Y si me preguntas, yo sí lo usaría en un proyecto, porque además de verse increíble, es funcional y duradero. ¿Tú qué opinas? ¿Team concreto aparente o todavía no te convence?
