Una bella leyenda es la de las gatas Carey donde el Sol, la Luna y una gata negra se mezclan…

Las gatas Carey son principalmente hembras

Las gatas Carey son nominadas así por su pelaje, que es parecido a las tortugas. Al igual que los gatos carey y blanco o calicó, los gatos carey son casi exclusivamente hembras. Los caparazones de tortuga masculinos son raros y generalmente estériles.

La leyenda de las gatas carey

Imagen de una gata Carey

Cuenta la leyenda de las gatas carey que hace muchos, muchos años el Sol, cansado de vivir siempre en el cielo, deseaba saber cómo era vivir en la Tierra, con las personas y animales. El Sol quería saber cómo era pasear por los prados, tumbarse en la arena de la playa, explorar algún bosque… deseaba poder bajar aunque solo fuera un día y poder vivir en aquello que él observaba siempre desde el cielo. Ansioso de poder cumplir su deseo, pidió a la Luna que le reemplazara por un día y ocupara su lugar en el centro del Universo. Su amiga accedió aunque solo permitió que el favor durara un momento.

El Sol y la Tierra…

De este modo, el Sol tuvo que elegir de entre todos los seres vivos que habitamos en la Tierra la mejor opción para poder disfrutar de su momento de gloria sin ser descubierto. De entre todos nosotros, el Sol tuvo clara su elección: una elegante y preciosa gata negra. Así, un día muy soleado de verano, la Luna se acercó al Sol hasta poder cubrirlo poco a poco. El Sol, en el cuerpo de la gatita negra, pudo cumplir su mayor sueño: recorrer y disfrutar de los rincones más bonitos de la Tierra. Tal fue la emoción y el disfrute del Sol que se olvidó completamente de la promesa que le había hecho a su amiga la Luna: que su estancia en la Tierra sería momentánea.

El cansancio de la Luna…

La Luna, harta de esperar al Sol y de ocupar su lugar en el cielo decidió abandonar su puesto y desaparecer muy lentamente. Cuando el Sol se percato de la marcha de la Luna tuvo que actuar con rapidez y dejar el cuerpo de la gata negra para volver a su puesto en el cielo. Tan rápida fue su marcha que dejó unos rayos de su hermosa luz en el pelaje de la gatita. De esta manera, la preciosa gatita negra quedó con un pelaje lleno de destellos de luz. A partir de ella, todas sus crías nacieron con rayitos de luz anaranjados y destellos dorados en su cuerpo. No obstante, el Sol dejaría también en la gatita negra y en su descendencia su sabiduría y magia.

Te dejamos el siguiente video para que conozcas más sobre esta fascinante leyenda:

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