1. Saber encontrar un final
Los finales son como trenes a los que tenemos que saltar cuando están en movimiento: Difíciles de pescar, tenemos que ponernos en sincronía con nuestro propio discurso y terminar cuando se sienta correcto. Un ejemplo de ejercicio para entrenar esta sensibilidad es ponernos el límite de tocar sólo 4 compases, 8 ó 16. para que así tengamos una improvisación finita. También podemos hacerlo escribiendo un ritmo de un compás y tocar una melodía con ese ritmo solamente, repitiéndolo o escribiendo un ritmo completo de un numero determinado de compases, pero es mas difícil lograrlo, aconsejo empezar haciéndolo cantando!
2. Manejo de dinámica
Si algo puede diferenciar a un músico de otro puede ser su manejo de dinámica. Básicamente es tocar suave y fuerte (forte y piano). Pero al hacerlo es una declaración de que entiendes lo que hay que destacar en la música, se trata de ser sensible a los matices de la música. Un ejercicio para entrenar esto puede ser: Escuchar música y hacer movimientos con ella. Si la música suena suave haz movimientos en tu lugar, si es fuerte, desplazate. También es importante saber que mas fuerte es mas energía, pero no hay que hacerlo duro.
3. Fraseo
La frase musical articula la melodía. Si no tenemos un sentir general de lo que es la frase es difícil poderla transmitir (por no decir imposible) Si la dinámica nos indica el nivel de energía que manejamos en la música, la frase nos da la dirección de esta energía. Inicia a trabajar la frase de una forma cotidiana empezando por tu respiración, buscando hacerla de una forma consciente, también lee textos en voz alta y trata de desplazar tus respiraciones a lugares distintos y verás como puedes cambiarle el sentido a una frase o a todo un párrafo!!!
4. Conocimiento y manejo de la armonía
No es necesario ser Schoenberg o Mahler para hacer cosas interesantes con la armonía ya sea tonal, modal o atonal. Lo mas importante al principio es sentir plenamente la relación Tónica-Dominante, es decir todo lo que involucra tensión y distensión. Para iniciar un entrenamiento en este rubro puedes empezar tocando en el piano una melodía con la mano derecha (tonal, en do mayor y que termine en Do) y sólo al final de la melodía tocas con la mano izquierda las notas SOL-DO, el truco es que toques el SOL (la dominante) cuando sea pertinente y esto te lo dirán tus oídos. Así que a tocar!!!
5. Agógica
Los matices de Agógica (velocidad o tempo) son tan importantes como los de dinámica, tienen que ver con la energía y la intuición del músico, Allegro no es lo mismo para dos músicos distintos. Así que dedica tiempo a explorar los diferentes tempí y sus matices. Un accelerando o un ritardando son herramientas muy poderosas en cuanto a la forma musical y escoger un tempo es tan importante como la tonalidad. Así que siempre antes de empezar a tocar escoge un tempo, de forma consciente, después de todo, es la pulsación que lleva la música adelante.
6. Encontrar un climax.
He hablado de sensibilidad en todo este artículo, pero creo que aquí es donde es mas importante. Nuestra imaginación es el limite y debemos de entrenar nuestro cuerpo para que esté a la disposición de nuestra ésta, nunca está de mas estudiar escalas, arpegios y cadencias, de hecho por estas últimas es donde recomiendo empezar para que al momento de que una improvisación llegue a un punto climático, podamos resolver este climax o llevarlo mas allá, se trata de saber que hacer con lo mucho o poco que tengamos, ser conscientes de nuestras limitaciones y explotar nuestras fortalezas al máximo. Así que puedes empezar por algo como cantar cadencias, después ejecutarlas en tu instrumento y cada vez hacerlas con alguna variación, en diferentes tonalidades y con distintas intenciones.
7. Distintas escrituras musicales
Podemos ser excelentes melodistas, pero si siempre seguimos tocando con la misma textura, empezaremos a dar vueltas sobre nuestras mismas ideas y uno de los objetivos de la improvisación es que nuestra creatividad siga entrenándose, así que busquemos en la literatura de nuestro instrumento ejemplos de diferentes formas de plantear una melodía, si tocas en el piano aléjate de la melodía y acompañamiento, como le digo a mis alumnos, este recurso es tan viejo, que cuando Bach lo empezó a hacer ya había pasado de moda! Hay miles de ejemplos sólo es cuestión de explorar.