Cuando egresó de la Escuela de Bellas Artes en el 2002 , Che Gómez comenzó a construir un sueño musical en su natal Juchitán, que en el 2009 se concretó con la fundación del Centro de Educación Musical Xhavizende de donde surgió la “Banda Filarmónica Infantil y Juvenil de Juchitán”, que ha diez años de su fundación ha recorrido tierras europeas y recientemente compartió escenario con la cantante Lila Downs.
Los sueños de Che Gómez, como es conocido “José Gómez Santiago” siguen presentes en el tiempo y el espacio; todos los días en el Centro de Educación Musical Xhavizende llegan personas ansiosas de aprender un instrumento musical, nuevos niños y también adultos que desean nutrirse de música y no meramente porque desean ser músicos sino como una esperanza de poner en practica sus cinco sentidos y las emociones.
“La escuela de música surgió no para formar un músico, sino nuestro objetivo es formar seres humanos con nuevas oportunidades para ser integrados a la sociedad en futuro, y así hemos compartido lo que sabemos con al menos 100 niñas y niños en estos 10 años”, explicó.
Che Gómez ha hecho de su escuela musical un espacio de emociones y lo ha concretado con el apoyo incondicional de su compañera de vida, Crisol Ortiz Noriega, quién ha sido una persona indispensable para el desarrollo de este sitio.
Por las mañanas, desarrolla su talento como profesor de nivel preescolar en una escuela de nueva creación y por las tardes comparte su pasión que heredó de los músicos tradicionales de su tierra y que le guarda añoranza.
“Cuando era pequeño recorría los escenarios, iba a las fiestas para ver tocar a los músicos con su trompeta, saxofón, eso me emocionaba y dije que algún día iba a convertirme en un músico, y ahora soy maestro, de los niños y jóvenes he aprendido a no sentir pena, a sentir seguridad y a compartir lo que sé”.
Mientras explica sus clases de solfeo y al mismo tiempo corrige entonaciones de los estudiantes, Che Gómez comparte también que nada ha sido fácil, porque los instrumentos los presta a los estudiantes para que aprendan.
*La música, el alivio a los males
Marina Sicarú Gómez Ortiz, es hija de Che Gómez y Crisol, pero ella habla más de lo que significa la música, un alivio a los males porque regenera las emociones sensoriales. Aprendió a tocar saxofón y es una de las principales integrantes de la Banda Filarmónica Infantil y Juvenil de Juchitán.
La música tampoco tiene edad, y prueba de ello es qué todas las tardes asiste el contador Pineda, tiene 73 años de edad y ahora que es jubilado desea aprender a tocar un instrumento.
También van Mateo y Marythé, quienes recientemente se incorporaron y a pesar de su corta edad, anhelan aprender a tocar un instrumento musical.
“Cuando toco el saxofón siento muy bonito, el maestro nos enseña a interpretar las notas musicales, no es fácil pero se aprende, esto es una disciplina que me gusta, espero algún día tocar frente a mucha gente los sones regionales de mi tierra”, expresaron.
También van niños de 10 y 12 años y los de 18 a 20 años, quienes han cultivado en su ser la semilla de la música filarmónica, de tocar un instrumento de viento que lo único que les pide es talento para su interpretación y que obtienen con las enseñanzas de Che Gómez, un gran músico zapoteca.
*Retos y solidaridad
Nada le ha sido obsequiado a Che Gómez y Crisol, de la mano han caminado en busca de solidaridad de sus paisanos, y prueba de ello es qué han construido una escuela que ofrece a cada estudiante un instrumento, él que llega al Centro de Educación Musical Xhavizende se le ofrece un saxofón, batería, clarinete inclusive hasta violín, aquí se privilegia la armonía y el aprendizaje significativo.
El tiempo parece no circular mientras las clases se dan, el reto es que los estudiantes en un plazo de 365 días ya puedan dominar una técnica musical, se les enseña desde sones regionales hasta mambos, popurrí y oberturas.
“Estar con Lila Dows ha sido muy gratificante, asimismo recorrer España, y participar en el XXIII Festival de Fiesta de la Magdalena 2011, en Castellón de la Plana, en Valencia España, de estos sueños son los que hablo, de qué algunos ya se concretaron y otros vienen en camino, sin los sueños no seríamos nada, por eso los cultivamos diariamente, para que no se esfumen”, refirió Gómez.
Confesó que sus paisanos juchitecos han sido muy importantes para el crecimiento de lo que hoy ha conseguido en el Centro de Educación Musical, con donativos ha podido lograr qué estos 10 años sean significativos.
“Los padres de familia, los amigos, los vecinos, nuestras familias y todos los juchitecos han sido parte fundamental de lo que tenemos en estos 10 años, y prueba de ello es que seguimos vivos, ha sido un esfuerzo diario, de mucho trabajo pero aquí estamos dando lo mejor de nosotros desde la música”.
Los 10 años se festejaran dice Che Gómez con un magno concierto, aun no se define la fecha, pero será en el mes de diciembre, porque para el 2020 el proyecto de construir un disco con sones regionales de las velas juchitecas es el nuevo sueño que contemplará además de los conciertos al aire libre que en sus primeros años realizaron y que con los sismos del 2017 se olvidaron pero nuevamente se retomaran.
Mientras comparte lo que sabe a las niñas y niños, Che Gómez sigue fusionando sus horas de clase como docente y la música, para él no hay sueños incumplidos solo demoras que con amor se van superando.
Manzo, D. (2019). Che Gómez, 10 años cosechando músicos filarmónicos en el Istmo. 19/11/2019, de IstmoPress Sitio web: http://www.istmopress.com.mx/istmo/che-gomez-10-anos-cosechando-musicos-filarmonicos-en-el-istmo/