Ya suman más de 80 los años que la capital oaxaqueña recibe la tradicional Guelaguetza, en la que el colorido de los trajes típicos, las danzas tradicionales, la música animada y la gastronomía oaxaqueña son la firma inconfundible.
El cerro del Fortín recibe a las delegaciones con cientos de participantes de todo el estado, los grupos ensayan largamente ya que portan con orgullo la representación de su lugar de origen.
Sin duda has escuchado que la tradición nació en 1932 y de sus raíces prehispánicas, que su nombre proviene de la palabra zapoteca Guendalezaa (que significa ofrenda, presente, cumplimiento).
Ahora te mostramos cuáles son algunos de los datos más curiosos del festejo y los sitios que puedes visitar durante el mes de julio, cuando Oaxaca ofrece una amplia gama de eventos culturales, recreativos y con mucho sabor.
1 .Los lunes por la mañana las delegaciones recorren las calles de la ciudad de Oaxaca, las tamboras y bailes hacen vibrar a los asistentes que se contonean al ritmo que les toquen. No falta el personaje enmascarado que con la mano roba un beso a las guapas mujeres presentes, lo guarda simbólicamente en un costalito y sigue su camino y ofrece a la víctima y a los caballeros presentes un traguito de mezcal.
2. Las delegaciones llegan de las 7 regiones del estado con sus danzas y productos típicos. La danza de las Plumas de Cuilápam de Guerrero, y el Baile Flor de Piña de San Juan Bautista Tuxtepec son de las más esperadas por el público por su colorido y dificultad. Cada año se realiza, un día antes de la Guelaguetza (en domingo), la representación teatral “Donají…La Leyenda” en donde se cuenta la historia de una princesa indígena
3. Cada que una delegación termina su participación en el Cerro del Fortín ofrece a los asistentes una serie de productos típicos de su localidad como frutas y pan. Lleva una gorra o sombrero ya que en las funciones de la mañana el sol puede llegar a ser implacable en algunas zonas del auditorio.
4. Oaxaca cuenta con una vasta oferta cultural y turística, con casi mil iglesias y 4 mil sitios arqueológicos. Desde la ciudad puedes tomar recorridos de un día a sitios de interés como las cascadas petrificadas de Hierve el Agua, a 70 kilómetros de la capital oaxaqueña. El recorrido puede incluir una visita a Teotitlán del Valle, a 24 kilómetros de la ciudad, donde se elaboran bellos tapetes de lana pintada con elementos naturales de la zona.
5. La cartelera de julio contempla actividades alternas a la fiesta, como El Festival de los Moles de Oaxaca, la Feria Internacional del Mezcal en el Parque “Paseo el Llano” y la Feria del Tejate y del Tamal en la Plaza de la Danza.
6. En este periodo disfruta también de exposiciones como la de Trajes Regionales Xabá Lulaá o vestidos antiguos o la muestra “Fiesta, Tradición y Color: Imágenes de la Guelaguetza”, de Fernando Franco, ambas en el museo del Palacio de Gobierno.
7. Tómate un buen mezcal. Puedes ir a Los Danzantes, un restaurante donde encuentras comida mexicana actual y el mezcal de la casa, Los Danzantes o visita el restaurante Zandunga Sabor Istmeño, con una carta de platillos del Istmo . En ambos sitios encuentras mezcales locales de fabricación artesanal como el Alipús o Real Minero.
8. Conoce la plaza de armas de la ciudad. A un costado se localiza la catedral, con su antiguo reloj, regalo de los británicos en 1755. Destaca también el centro Cultural Santo Domingo, ubicado en el antiguo convento de la Iglesia de Santo Domingo. Este alberga el Museo de las Culturas de Oaxaca (costo de entrada de 57 pesos), la Hemeroteca Pública de Oaxaca Néstor Sánchez y un sitio imperdible, el Jardín Etnobotánico, donde se dan recorridos al público tres veces al día (costo 25 pesos).
9. Para comer, es una tradición ir al mercadito 20 de noviembre. En el pasillo de las carnes hay asadores donde te preparan el tasajo de tu elección. Ahí mismo puedes comprar tortillitas calientes, verduritas y limón para hacerte unos buenos tacos. En el mercado encuentras quesos de la región y un rico pan de yema fresco. A un lado está el mercado Benito Juárez, donde venden chapulines, estos pueden estar preparados con limón o chilito y te los venden en bolsa para que los vayas comiendo como botana.
10. Dónde dormir. Una opción es La Casona de Tita Hotel Boutique, ubicado, precisamente, en una casona del siglo XIX. Si te gustó alguna pieza de su decoración la puedes comprar. Tarifas desde 2 mil 850 pesos, incluye impuestos y desayuno. García Vigil 805.