La comida mexicana es mucho más que platillos típicos de nuestro país, es el reflejo de toda una cultura basada en rituales religiosos, en la magia y el arte.
La comida mexicana fue declarada el 16 de noviembre del 2010 patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Lo mismo ocurrió con la pirekua, canto tradicional purépecha, y Los Parachicos, la fiesta tradicional de enero en Chiapa de Corzo, Chiapas, las otras dos candidaturas que el Estado mexicano presentó este año para su inscripción en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial.
En el marco de la celebración de la Declaratoria de la Unesco a favor de la Gastronomía Mexicana como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad, la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, refirió que 30 por ciento de los visitantes extranjeros llegan a nuestro país motivados por la comida.
Durante la clausura del Primer Mosaico Artesanal, Gastronómico y Turístico (MAGAT), en compañía del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, reconoció a la cocina poblana como una de las más complejas y ricas de la nación, “es muestra de la sucesión de las culturas que nos han dado identidad, nos invitan a volver”.
Por lo anterior, la funcionaria federal consideró oportuno llevar a cabo en esta capital la cerebración del reconocimiento de la cocina de nuestros país como “patrimonio cultural inmaterial”.
En el acto protocolario, la Cámara Nacional de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), calculó que México tiene más 400 mil empresas de este rubro, los cuales dan empleo a millón 300 mil personas, en forma directa, y a otras 3 millones, de manera indirecta, por lo que genera 3.6 por ciento del crecimiento económico nacional.