A sus 12 años, el talentoso tapatío ha ganado concursos internacionales. Si la pandemia de Covid-19 lo permite, en octubre próximo tocará en Nueva York, y para fines de año en la Beethoven House de Alemania.
En la sala de su casa, el adolescente originario de la ciudad de Guadalajara, en el estado de Jalisco, oeste del país, confiesa a Efe que el gusto por la música le viene desde muy pequeño y desde los 4 años aprendió a tocar el piano, instrumento que lo ha llevado a Europa y Estados Unidos.
“Lo que me encanta de la música es que es un nuevo lenguaje en el que puedo expresar mis ideas, mis emociones. En el caso de mi obra ‘El circo’, empiezo a buscar armonías, esencias que me invoquen el circo y eso es lo que me gusta de la composición y de la música, poder llevar a la gente a lugares”, dice el chico en entrevista.
De madre odontóloga y padre ingeniero civil, la joven promesa de la música asegura no saber de dónde le viene el gen artístico, pues ninguno de los miembros de su familia se dedicó a esta profesión antes, pero sí lo apoyaron para fomentar su gusto por las artes.
Con una inteligencia poco común, el chico habla tres idiomas y estudia italiano, además de tocar instrumentos como la batería, la guitarra y las percusiones.