Estudiantes del último año de la Escuela Nacional de Danza Folklórica del INBAL, repensaron sus propios procesos creativos dentro de la residencia Shortlux-Escena Resiliente, donde se involucraron en la era digital y replantearon sus formas de trabajo, generando piezas audiovisuales con conocimientos y herramientas de la técnica cinematográfica para lograr que el movimiento fuera el protagonista de sus discursos.
El proyecto fue creado y dirigido por la bailarina y coreógrafa, Karla Pedraza e impartido por diversos especialistas entre el 10 de mayo y el 8 de junio del presente año, con el fin de incentivar la creatividad de artistas del cuerpo para crear sus propias obras visuales, poniendo a prueba sus habilidades durante la producción.
Al respecto, Pedraza explica: “Las herramientas tecnológicas como las redes sociales, cámaras, programas de edición, plataformas de videoconferencias y streaming son definitivamente las herramientas de supervivencia del presente. Sin embargo, trasladar de la noche a la mañana el universo de las artes escénicas a una configuración digital remota, aislada y confinada es sin duda el reto más grande para los artistas escénicos. La gran mayoría de ellos no cuenta con los conocimientos técnicos y estructurales para enfrentarse al desafío de crear piezas audiovisuales. Requisito que el día de hoy es indispensable, no solo por motivos de pandemia, si no en la era digital”.
Sobre las piezas que conforman la residencia, la bailarina indica: “Puedo decir que, además de obtener ocho piezas audiovisuales, los participantes ahora son artistas mejor preparados para realizar los proyectos futuros que se propongan. El cine ha desarrollado sus técnicas desde hace más de un siglo; sin embargo, comparte procesos creativos similares a las artes escénicas. Generar resiliencia es clave para adaptarnos y continuar con nuestra valiosa labor artística; para insertar a las artes escénicas de mejor manera en las plataformas o espacios digitales”.